Tiburones
Los reyes del mar luchan por escapar de las garras humanas
De acuerdo a un estudio internacional, las poblaciones de mar abierto disminuyeron un 71% en los últimos 50 años. En Argentina, la matanza de estas especies atenta contra el equilibrio de los ecosistemas marinos.
Este viernes, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) publicó un informe alertando sobre la pérdida y la explotación de tiburones en los distintos ecosistemas marinos del mundo.
De acuerdo a la entidad, el número de ejemplares de mar abierto disminuyó un 71% en los últimos 50 años, como consecuencia de la presión relativa de pesca, que es 18 veces superior a la registrada en la década del 70.
Según destaca la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), la mitad de las 31 especies de tiburones están catalogadas bajo la condición de riesgo o en peligro de extinción.
A partir de esta problemática, WWF elevó un pedido a las organizaciones regionales de manejo de pesquerías atuneras para que tomen medidas urgentes y específicas que ayuden a prevenir extinciones y permitan la recuperación de estas especies peligrosamente reducidas, pero muy importantes.
Actualmente, se pescan hasta 100 millones de tiburones por año, lo que llevó a que muchas especies vean reducida su población en más del 95%. En este sentido, el doctor Andy Cornish, líder del Programa Global de Conservación de Tiburones y Rayas para WWF, dijo: “Las organizaciones regionales de manejo de pesquerías atuneras y los estados que las conforman continúan fallando a los tiburones y las rayas oceánicas. Durante demasiado tiempo han sido complacientes con el manejo de estos animales cada vez más amenazados, al no prestar suficiente atención a las tendencias en las poblaciones y al fallar en la regulación de sus capturas hasta que las poblaciones empezaran a caer en picada”.
En Argentina, este tipo de animales también son víctimas de las acciones humanas. De acuerdo a Alejo Irigoyen, investigador del Conicet, en el área de la península de Valdés (Chubut) están “ocurriendo matanzas de grandes tiburones”, tanto en campos privados como en zonas cercanas de acceso público.
“Existe un área dentro de península de Valdés que se llama Caleta Valdés. Se trata de un área muy especial porque allí concurren hembras del tiburón gatopardo. Estas hembras se agregan para alimentarse y para aparearse. Son animales enormes con décadas de edad -pueden tener hasta 50 o 60 años- y son las que sustentan actualmente a la población de la especie del mar Argentino, una población mermada”, explicó.
“Como si fuera poco -agrega Irigoyen- esta especie, junto con las orcas, son las únicas que predan sobre los mesodepredadores, que son los lobos y los elefantes marinos, entonces no tienen reemplazo en lo que respecta a mantener el equilibrio de nuestro ecosistema marino”.
Si bien los tiburones son importantes para la alimentación, los medios de vida, el turismo y el equilibrio ecológico, investigaciones recientes también destacan su importancia en lo que respecta al almacenamiento de carbono.
Se estima que en los últimos 70 años, la pesca de estos animales, impidiendo así la absorción de carbono, ha liberado al menos 730 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Por eso, recuperar las poblaciones de tiburones y otras especies marinas representa una importante solución para hacer frente al cambio climático. Para ello, desde la WWF proponen introducir planes de recuperación a nivel mundial para los próximos dos años.