Cultura

Messi y su hinchada de escritores

Después de 28 años, Argentina quebró la maldición de las finales perdidas y se consagró de la mano del mejor jugador del mundo, a quien le han rendido culto algunas de las mayores plumas sudamericanas.

Muchos escritores ya lo habían anunciado: Lionel Messi es alguien esencial para que nuestra Selección obtenga logros como el del sábado pasado, cuando Argentina se quedó con la Copa América ganándole a Brasil en el mismísimo estadio Maracaná.

“Siempre se dice que Maradona la llevaba atada, pero Messi la tiene dentro del pie y eso, científicamente, es inexplicable”, opinaba Eduardo Galeano, maravillado por las gambetas del astro argentino.

El escritor uruguayo aseguraba que Messi era un caso único en la historia de la humanidad. Su teoría era fácilmente comprobable: bastaba con mirar cualquier partido del Barcelona y darse cuenta de que lo perseguían siete u once rivales para sacarle la pelota y no había manera de hacerlo. “¿Por qué? Porque la buscan afuera del pie, y está adentro. Ahora, ¿cómo puede caber una pelota dentro del pie? Es un fenómeno inentendible, pero es la verdad: él lleva escondida la pelota dentro, no afuera”, decía. Poco tiempo después, la teoría de Galeano llegó a los oídos del “10” argentino, quien retribuyó gentilezas y le envió una camiseta autografiada.

Dentro de la cancha de fútbol, nadie discutiría que Lionel Messi es el héroe actual de nuestro país. Esa admiración también caló hondo en Martín Kohan, quien aseguró que si extendemos una saga de los héroes argentinos, desde Don José de San Martín hasta el presente, Lionel Messi debería figurar, destacando uno de sus rasgos más sobresalientes: “También él, nacido aquí, partió a España a obtener su formación; lleva viviendo allá gran parte de su vida, pero habla sin huella alguna de influencia en la pronunciación. Habla como si acabara de dejar, apenas ayer, el Parque de la Independencia, el Boulevard Oroño, el Monumento a la Bandera, el bar El Cairo; o más aun: habla como si estuviera todavía ahí”.

El autor de Dos veces junio, al igual que Galeano, sostiene que hay algo insondable en el capitán de la Selección, que se trasluce en su juego: “El modo eléctrico en que sobrepasa a sus rivales sugiere lo ineluctable; da la impresión, no de que los esquiva, sino de que no existen. Y si choca contra ellos o le quitan la pelota (porque, a menos que se miren los resúmenes de los partidos en televisión, y no los partidos enteros, bien sabemos que eso a veces ocurre), es como cuando se pierde una vida en un juego de realidad virtual: no pasa nada, se empieza de nuevo”.

Otro gran escritor futbolero es Alejandro Dolina, quien sabe que más allá de que el fútbol se haya convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, jamás ha perdido su esencia. En ese sentido, refiriéndose a Lionel Messi, afirmó: “Es tan extraordinario que no necesita tener esa épica de Maradona, no necesita que se le ocurran tantas cosas. Toma la pelota y siempre encuentra algún hueco para hacer goles. Con eso consigue resultados que no consigue nadie”.

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