Misteriosa “pensión del terror”: ataques de murciélagos y pedidos de solución en Ensenada

Gritos por las noches y condiciones precarias de vivienda tienen en vilo a los vecinos.

La enorme casa de frente descuidado de la calle Ortiz de Rosas en Ensenada esconde muchas historias y un gran misterio. Se trata de una propiedad de importantes dimensiones ubicada a metros de la entrada al puerto, en donde en las últimas noches se escucharon gritos, desesperados pedidos y la permanente necesidad de una solución.

Según relató uno de los moradores, se trata de un lugar que tiene techos ahuecados, en donde algunos murciélagos han decidido armar una cueva para reposar durante el día y salir a volar durante las noches.

De acuerdo a lo que explicaron algunos de los vecinos de la zona, los animales aparecieron durmiendo entre los tirantes de uno de los techos, y se trató de sacarlos del lugar.

Con el correr de las semanas, lejos de desa­parecer, los murciélagos comenzaron a verse con más frecuencia, por lo que se teme que los quirópteros hayan adoptado el techo de la propiedad como una guarida para reposar de día y salir a volar por las noches.

Andrea, una de las vecinas que tomaron contacto con este diario, sostuvo que “en la pieza de al lado nos alertamos porque hace algunas noches salió gritando una mujer porque sintió que un murciélago salió volando desde el techo diciendo que la quería morder”, expresó.

La frentista y otras personas decidieron acercarse a una de las oficinas de Derechos Humanos de Ensenada procurando que se mejoren las condiciones de vida de las personas que están dentro de la pensión. “Fuimos a hablar y nos explicaron que no se pueden matar a los murciélagos. Se trata de un edificio antiguo que tiene muchos techos y paredes precarias”, comentó la vecina.

La luz prendida, la “solución”

Como consecuencia de todo lo que viene pasando, en esta pensión las personas optaron por dejar la luz encendida al momento del descanso nocturno. De esta manera, las lámparas quedan encendidas durante toda la noche, se incrementa el gasto y se altera el sueño, ya que no es lo mismo descansar en penumbras que hacerlo con las luces prendidas.

“Si apagamos las luces y nos dormimos, corremos el riesgo de que nos muerdan los murciélagos”, relató en lo que se presenta como una verdadera pesadilla en los pasillos de la pensión de Ortiz de Rosas a metros del puerto.

Encima de todo, cuando un grupo de periodistas intentó acercarse al lugar para tomar registro de lo que está ocurriendo, dos hombres de importantes dimensiones salieron al cruce y comenzaron a gritar.

Por un lado, están los que pretenden salir de la denominada “pensión del terror” y, por otro, los que pretenden que el lugar permanezca con un bajo perfil, ya que tanto algunos moradores como las condiciones en las que se vive en el interior, incluyendo el servicio de agua y electricidad, no serían los ideales. Más aún, otro grupo de frentistas de la misma calle Ortiz de Rosas advirtieron sobre cierta conexión ilegal al tendido eléctrico.

Casos de rabia

Más allá de las condiciones edilicias de la propiedad, una de las mayores preocupaciones que despierta una posible mordedura de murciélago es la enfermedad de la rabia.

Si bien no se han detectado casos todavía, este año se confirmaron algunos en perros y gatos que fueron analizados por algunos veterinarios que trabajan dentro del predio del viejo zoológico.

“No hay que descuidarse con la rabia. Algunos decían que se había extinguido, pero si bien no genera la misma preocupación que hace muchos años, los murciélagos pueden trasmitirla a través de la mordedura”, dijeron.

Por todo esto, en todas las veterinarias de La Plata se recomienda a los dueños de las mascotas poder completar el plan de vacunación incluyendo también la vacuna antirrábica para pe­rros y gatos que estén al aire libre y duerman a la intemperie durante las noches.

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