Nostalgia por el cierre de una de las peluquerías más antiguas de La Plata
Se trata del comercio de calle 55 casi esquina 7, conocido durante muchos años como Dángelo, que estuvo abierto desde 1937. Por allí pasaron gobernadores, jueces, políticos y jugadores de fútbol a cortarse el pelo.
Con profunda tristeza los dueños de la histórica peluquería de 55 entre 7 y 8 decidieron bajar las persianas de manera definitiva, ya que no pudieron seguir pagando el alquiler y los impuestos con los ingresos que lograron generar en los últimos meses.
El emblemático lugar, que es uno de los más antiguos ya que funcionó de manera ininterrumpida desde 1937, fue elegido por gobernadores, jueces, políticos, intendentes y jugadores de fútbol.
Desde el mismísimo Ricardo Balbín hasta, en ocasiones, el exgobernador Daniel Scioli, pasando por los intendentes Pinto o Alak, el lugar fue pasando de mano en mano por diferentes generaciones. Se llamó Dángelo durante muchos años, luego siguió en el mismo lugar como Sempice, y por último el comercio fue adquirido por el “Vasco” Oscar Gegenola, muy querido y reconocido por los vecinos de la calle 55 que habían identificado a la peluquería como “lo del vasco”.
Por su cercanía con el Fuero Penal, la Plaza San Martín, Gobernación y el Senado, por allí pasaron diputados, políticos y hasta jugadores, dirigentes y reconocidos socios de los equipos de fútbol como Cacho Delmar, Tony Llanos y algunos de los integrantes del Estudiantes campeón de los años 60.
“Hace cuarenta y dos o cuarenta y tres años que trabajamos nosotros. La peluquería data del año 37. Es una de las más antiguas de La Plata”, expresó Alberto Di Palma, quien se peinó para salir en la nota sin perder sus costumbres de buen estilista.
“Todo tiene un fin… qué va a ser. Tantos años, no se puede seguir con esto de esta manera”, comentó Alberto ante la mirada del “Vasco”, el dueño del comercio, a quien se le llenaron los ojos de lágrimas por la decisión que tuvieron que tomar.
“Cumplo 65 años mañana (por hoy) y soy peluquero desde los 14 años. Por acá pasaron políticos como Ricardo Balbín y tantos otros”, contó.
“No dan los números. Es imposible porque los clientes nuestros son gente grande que tiene miedo de salir de las casas por el virus. Y dejó de venir. Algunos cortes a domicilio hicimos. Pero es imposible. No dan los números”, insistió Alberto.
“Estábamos en eso, pidiendo auxilio. Ni bien se abrió, pero hasta ahí llegamos. Qué va a ser. Así se termina, es triste, lamentablemente ya no atenderemos a mucha clientela de muchas generaciones”, confesó.
Con relación al futuro, Di Palma expresó: “Y ahora nos tenemos que arreglar no sé cómo, yo espero la jubilación y haré algunos cortes a domicilio cuando me llame la gente”, concluyó.