Ciencia

“Nuestra civilización no irá más allá de unos pocos siglos”

En un artículo de Scientific American, el científico Avi Loeb puso fecha de caducidad a la humanidad. “Una política pública sensata podría mitigar el riesgo”, asegura.

Si bien adquirió notoriedad internacional por su último libro dedicado al supuesto origen artificial y extraterrestre del objeto interestelar Oumuamua, el prestigio académico de Avi Loeb se remonta mucho tiempo atrás. Hasta hace un año, por ejemplo, era el presidente del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard (2011-2020), pero también es el director fundador de la Iniciativa Agujero Negro de la misma institución y director del Instituto de Teoría y Computación del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica. Recientemente, a raíz de una conferencia en Harvard, escribió un artículo para la revista Scientific American donde puso fecha de caducidad a nuestra civilización. “Es probable que sobrevivamos algunos siglos, pero no mucho más”, indicó el científico, nacido en Israel el 26 de febrero de 1962.

A la luz de las preguntas de los asistentes a la conferencia, Loeb (actual miembro del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología de la presidencia de los Estados Unidos) formuló la teoría que más tarde desarrolló en su artículo. “En el caso más probable, estamos siendo testigos de la edad adulta de nuestra vida tecnológica”, dice Loeb. “Después de declarar públicamente este veredicto estadístico, me di cuenta del horrible pronóstico que implica. Pero, ¿es inevitable nuestro destino estadístico?”

La naturaleza sombría de la estadística y su propio pronóstico, sin embargo, lo motivó a reflexionar sobre la naturaleza de una posible solución. O, al menos, de una serie de alternativas para prolongar la existencia de la humanidad.

“Hay un rayo de luz al final del túnel”, apunta Loeb, en su artículo. “Implica la posibilidad de que poseamos libre albedrío y podamos responder al deterioro de las condiciones promoviendo un futuro más largo que unos pocos siglos. Una política pública sensata podría mitigar el riesgo de catástrofes tecnológicas asociadas con el cambio climático, pandemias autoinfligidas o guerras. No está claro si nuestros responsables políticos realmente responderán a los desafíos que tenemos por delante y nos salvarán del veredicto estadístico anterior. Los seres humanos no son buenos para hacer frente a riesgos que nunca antes habían enfrentado, como lo ejemplifica la política del cambio climático”, añadió.

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