Observan el colapso de la atmósfera de un satélite de Júpiter
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España han observado, durante un eclipse de Júpiter, el colapso de la atmósfera de uno de sus satélites, Ío, el cuerpo con mayor vulcanismo del Sistema Solar, cuya atmósfera de dióxido de azufre es altamente variable.
Ío tarda 1,7 días terrestres en girar alrededor de Júpiter y, cada día, la sombra del planeta se cierne sobre él, en un eclipse que dura aproximadamente dos horas y que produce un brusco cambio de temperatura.
Las interacciones gravitatorias entre Júpiter y su satélite fuerzan las órbitas hacia una geometría elíptica, de modo que las distancias entre ellos varían.
Los investigadores han observado varios de estos eclipses y han registrado un fenómeno que califican de “único” en el Sistema Solar, ya que la atmósfera del satélite prácticamente desaparece al comenzar el eclipse, para volver a aparecer cuando sale de la sombra del planeta gigante.
Esto fue una sorpresa para los investigadores ya que les ha permitido zanjar un viejo enigma: la atmósfera no está directamente formada por gases volcánicos, sino por la sublimación de los hielos en superficie.