Relanzan un proyecto para hacer una conexión marítima entre Tierra del Fuego y Santa Cruz

La iniciativa reclamada por los fueguinos, que no pueden pasar por tierra a la Argentina continental, unirá a las dos provincias y se llamará “Cruce por Aguas Argentinas” .

El gobierno de Tierra del Fuego y el Ministerio de Transporte de la Nación relanzaron el proyecto para concretar una conexión marítima entre esa provincia insular y Santa Cruz. El hecho, además de una cuestión de soberanía, implica quedarse con un negocio millonario vinculado con el transporte logístico y de pasajeros en la región.

El llamado “Cruce por aguas argentinas” constituye un reclamo histórico de los fueguinos, que carecen de una conexión terrestre con la zona continental del país y que solo pueden acceder a territorio santacruceño pasando previamente por Chile. Para ello, tanto vehículos particulares como camiones de carga deben realizar un periplo que incluye cuatro aduanas, dos en San Sebastián, en el norte fueguino, y otras dos en Monte Aymond, en el sur de Santa Cruz, lo que implica más de 200 kilómetros de rutas chilenas y el cruce en barcaza del Estrecho de Magallanes.

Es por eso que el Gobierno Nacional y las autoridades provinciales retomaron este año la iniciativa de construir instalaciones portuarias en Tierra del Fuego y Santa Cruz para establecer un cruce marítimo regular por aguas nacionales.

Estudios, comienzo y tiempos en el futuro de la obra de infraestructura Funcionarios de la Administración General de Puertos (AGP) contrataron en agosto a una consultora, que analizó los posibles puntos de conexión entre ambas provincias. A fines de octubre, la empresa comunicó que la cabecera fueguina se ubicará en la Bahía de San Sebastián (cerca de la frontera con Chile) y la santacruceña será en Punta Loyola, en las proximidades de la ciudad de Río Gallegos.

Según el interventor de la AGP, José Beni, la consultora que realizó los estudios técnicos avanzará ahora con el diseño de los anteproyectos de los pliegos de licitación. “La idea es recibir ese trabajo en los próximos meses y concretar el llamado y la selección de ofertas, con el objetivo de comenzar las tareas a principios del 2023”, dijeron fuentes del Gobierno fueguino.

Aunque aún no existen precisiones acerca del tiempo que demandaría el cruce y el costo que tendría para pasajeros particulares y empresas, las autoridades dijeron: “La idea es generar un servicio regular de transbordadores portarodantes del tipo RO-PAX, que incluirá el desarrollo o acondicionamiento de infraestructuras portuarias para su funcionamiento”.

El gobernador fueguino, Gustavo Melella, declaró: “El cruce constituye un sueño para todos los fueguinos que sufren el paso por Chile, con todas sus demoras y sus trabas”. Luego, agregó: “Además del avance de la soberanía, tendremos grandes beneficios en producción y en turismo. Es una alegría ver que Nación avance con seriedad y compromiso hacia este objetivo”.

Por otra parte, Martín Ayerbe, presidente del Foro Naval Argentino Hipólito Bouchard sostuvo: “El cruce atenderá, además de las cuestiones de soberanía, las necesidades del transporte de mercadería que unifica las zonas francas de la Nación y Río Gallegos con el territorio de regulación especial (ZF) de Tierra del Fuego, que hoy controlan las petroleras multinacionales (Bahía de San Sebastián), a lo que se suman las necesidades del negocio turístico”.

Un negocio millonario para Argentina

La Federación Popular del Transporte (Fepotra) realizó un estudio económico en 2016, donde aseguró que el negocio del transporte en la zona genera unos 40 millones de dólares anuales en favor de la empresa Transbordadora Austral Broom (Tabsa) de Chile, la única que realiza el cruce en barcaza entre Tierra del Fuego y Santa Cruz. El relevamiento arrojó que entre 2011 y 2016 realizaron el cruce, en promedio y en ambos sentidos, unos 315 automóviles, 188 camiones y entre 8 y 9 colectivos diarios, además de 1.734.233 toneladas anuales de productos.

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