Sin derecho a la defensa: Estuvo preso 4 años y era inocente

Fue acusado de tomar una comisaría, compartía nombre y apellido con uno de los sospechosos.

Sebastián Rodríguez fue condenado a 50 años de prisión por tomar una comisaría. La realidad es que este hombre era inocente, sólo era culpable de llevar el mismo nombre y apellido de un sospechoso. Luego de 4 años y constante lucha en la justicia por su familia, recuperó la libertad, fue aplaudido por sus compañeros de cárcel al salir libre.

El 30 de abril del 2018, una banda criminal atacó la comisaría primera de San Justo, a las cinco de la mañana. Intentaron liberar a un delincuente detenido por homicidio, Leandro Aranda, en un enfrentamiento armado los policías lograron repeler el ataque, pero la comisaría Rocío Villarreal resultó malherida y quedó parapléjica y en silla de ruedas.

La policía realizó una investigación y detuvo Sebastián Rodríguez, porque tenía el mismo nombre que uno de los malhechores prófugos.

Injustamente apresaron a Rodríguez, lo golpearon al momento de su detención, no le permitieron defenderse durante su juicio. Le negaron la corroboración de datos vitales, como la correlación de ADN entre el suyo y el de las prendas del sospechoso o el hecho de que el delincuente prófugo era uruguayo y él no lo era. 

Rodríguez tenía antecedentes por robo pero había cumplido su condena en 2016, en el momento de su detención se encontraba viviendo en la calle, adicto a las drogas.

La injusticia y la negación al derecho a la defensa le costó cuatro años y tres meses de su vida, los cuales pasó dentro del pabellón 3 en la Unidad 23 de Florencio Varela. Fue condenado a 50 años de prisión.

Su familia y sus abogados luchan continuamente contra el poder judicial que lo había encarcelado injustamente. Al mostrar distintas pruebas y exponer las inconsistencias del juicio, lograron llevar el caso a la Sala 1 de Casación de la Provincia de Buenos Aires.

Dos de los condenados afirmaron que Sebastián era inocente. Leandro Aranda, el preso a quien quisieron liberar en 2018, y Gonzalo D’Angelo, quien manejaba un vehículo de la huída, dieron fe de la inocencia de Rodríguez.

Cuando fue liberado el pasado jueves, Sebastián Rodríguez fue despedido con aplausos por sus compañeros de celda mientras salía caminando del pabellón.

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