Un joven platense cumplió su sueño de explorar tumbas en Egipto
Martín Rodríguez, doctorando y profesor en Historia por la UNLP, viajó a Luxor en el marco del proyecto Amenmose para investigar una tumba de más de 3.500 años de antigüedad
Martín Rodríguez es doctorando y profesor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata y colaborador del proyecto Amenmose, integrado por personas de diferentes disciplinas como arqueología, historia, arquitectura, geología, conservación, arte y fotografía.
El principal objetivo de este año fue localizar y excavar la entrada original de la tumba que da nombre al proyecto, “por lo que se requirieron muchas manos para, entre otras cosas, tomar medidas, elaborar planos, identificar y procesar hallazgos (como restos de momias, textiles o diversos objetos faraónicos y contemporáneos), y evaluar constantemente el proceso de excavación”, indicó Martín.
En este sentido, el joven platense expresó que “en mi caso, asistí al equipo de arqueología en estas actividades, y también formé parte del equipo de iconografía, el cual se encargó de trabajar dentro de la tumba y también de explorar otras del mismo período para establecer comparaciones”.
Respecto a la tumba, enunció que la entrada original estaba totalmente cubierta por sedimentos que fueron removiéndose mediante la excavación, por lo que no era posible ingresar por ahí. “Para hacerlo, había que entrar por otra tumba que está al lado, la TT 129, y una vez allí atravesar un pequeño pasadizo formado por una abertura en la pared de 51 x 39cm. Dentro de la tumba no había circulación de aire ni luz natural”.
“Una vez dentro, trabajábamos en equipo —de cuatro a cinco personas en total— estudiando las intervenciones en las paredes, concretamente tomando medidas de todos los elementos que podíamos distinguir (figuras humanas, animales, escenas de trabajo u ofrendas, divinidades, jeroglíficos, entre otras), cotejándolos con fotografías y dibujos digitales hechos por el equipo”.
Sobre sus sensaciones, explicó que “nuestra credencial de trabajo nos permitió explorar numerosos monumentos funerarios que suelen encontrarse dispersos por toda la región. Para esta tarea, teníamos que recorrer grandes distancias a pie y bajo el sol intenso, subiendo montañas de roca y descendiendo por pasadizos angostos y oscuros, ingresando finalmente al interior de tumbas en donde muchas veces no había aire ni luz exterior. Una vez dentro, buscábamos de forma muy minuciosa alguna pista en las pinturas y relieves. ¡El sueño de toda mi vida!”
Para conocer cómo fue la tercera campaña y estar al tanto de los eventos en los que se difundirán hallazgos y avances de la investigación, se puede consultar la cuenta de Instagram del proyecto (@proyectoamenmose).