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Una margarita ofrece sexo falso para obtener polen

La flor recrea la forma de una “seductora” mosca hembra con sus pétalos para atraer a los machos.

Una mosca macho se acerca a una flor, se posa encima de lo que cree que es una mosca hembra y se mueve. Está tratando de aparearse, pero no lo consigue. Lo intenta de nuevo y su seductora compañera no responde. No hay nada que hacer. Finalmente, se da por vencido y se va sin lograr su objetivo. Es la flor la que ha conseguido lo que quería: el polen.

Una margarita sudafricana, Gorteria diffusa, es la única conocida que tiene una estructura tan complicada que sus pétalos se asemejan a una mosca hembra. El mecanismo detrás de este engaño tridimensional convincente, completo con protuberancias peludas y reflejos blancos, ha intrigado a los científicos durante décadas.

Ahora, los investigadores han identificado tres conjuntos de genes involucrados en la construcción de la mosca falsa en los pétalos de la margarita. La gran sorpresa es que los tres conjuntos ya tienen otras funciones en la planta: uno mueve el hierro, uno hace que crezcan los pelos de la raíz y el otro controla cuándo se forman las flores.

El estudio encontró que los tres conjuntos de genes se han unido en los pétalos de la margarita en una nueva forma de construir moscas falsas. Los genes de “movimiento de hierro” agregan hierro a los pigmentos normalmente rojizos-púrpuras del pétalo, cambiando el color a un azul verdoso más parecido al de una mosca. Los genes del pelo de la raíz hacen que los pelos se expandan en el pétalo para dar textura. Y el tercer conjunto de genes hace que las moscas falsas aparezcan en posiciones aparentemente aleatorias en los pétalos.

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