ciencia

Una observación de rayos X encuentra un agujero negro devorando una estrella

A este sistema binario lo nombraron Swift J0230 y fue encontrado por casualidad. El descubrimiento supone un “eslabón perdido” en el conocimiento de los agujeros negros que perturban las estrellas en órbita.

El Observatorio Swift de la NASA detectó un estallido de gas en una galaxia situada a más de 500 millones de años luz de distancia. Luego de meses de estudios sobre su composición, los científicos creen que esta observación es evidencia de un agujero negro que está devorando gradualmente una estrella. Con cada “mordisco”, el agujero consume una cantidad equivalente a tres veces la masa de la Tierra.

Vale remarcar que, desde junio del año pasado, el Observatorio Swift Neil Gehrels de Rayos X de la NASA ha estado detectando un punto luminoso en la galaxia del Triángulo.

Cuando el equipo se enfocó en este fenómeno, observaron que la emisión de materia ocurrió nueve veces en menos de un mes. Los desprendimientos de materia continuaron. En medio de esta galaxia, a una distancia de 500 millones de años luz, algo está desintegrándose sin cesar.

La agencia espacial estadunidense asegura que se trata de un agujero negro y una estrella que interactúan entre sí. A este sistema binario lo nombraron Swift J0230 y los investigadores estiman que la estrella pierde alrededor de tres masas terrestres de material en cada pasada por el agujero negro.

Para los investigadores es importante mejorar sus observaciones sobre este tipo de sistemas, pues “constituyen un puente entre otros tipos de perturbaciones repetidas sospechosas y ha permitido a los científicos modelizar cómo las interacciones entre diferentes tipos de estrellas y tamaños de agujeros negros afectan a lo que observamos”.

El Observatorio Swift ha estado en servicio en la atmósfera terrestre durante casi 20 años. Fue lanzado para estudiar las explosiones de rayos gamma en el espacio. Recientemente, la NASA ha encontrado una nueva forma de analizar los datos del telescopio de rayos X, lo que llevó al descubrimiento de Swift J0230.

Solo tomó dos meses encontrar un agujero negro devorando una estrella, por lo que los científicos estiman un futuro prometedor lleno de encuentros similares.

Noticias Relacionadas