Vecinos se rotan para custodiar un predio de Villa Elvira

Se oponen a la construcción de un centro comunal y una cancha de básquet por temor a que se desborde una ramificación del arroyo Maldonado.

A modo de custodia e intento de preservación del espacio público, los vecinos de Villa Elvira que viven en las inmediaciones de la esquina de 8 y 85 comenzaron a turnarse y montar guardia para oponerse a la construcción que iba a comenzar el pasado lunes.

El proyecto de obra es un centro comunal en el campito del barrio donde los chicos suelen jugar a la pelota. Contempla además la construcción de una casa con modernas estructuras para la atención de los vecinos del lugar y, entre otras cosas, la posibilidad de que se realicen actividades deportivas ante el intento de construir una cancha de básquet.

El grupo de vecinos que vive en la zona, sin embargo, se opone a que se construya con cemento ese terreno y a que se hagan perforaciones en la tierra. Consideran que podría afectar el sistema del drenaje del agua por una de las ramificaciones del arroyo Maldonado que pasa por el lugar.

Lorena, en contacto con diario Hoy, ya había advertido en el mes de marzo que por el mal estado de la cuenca del arroyo se habían caído algunas personas. Y el principal temor es que la posible construcción del mencionado centro comunal termine provocando inundaciones ante el posible desborde del agua del arrojo cuando llueva.

Cabe recordar que el barrio en cuestión está en una zona muy urbanizada de Villa Elvira, cerca de un penal carcelario, entre los barrios Monasterio y UPCN, y a menos de 300 metros de la delegación municipal.

Ayer, cuando un arquitecto y un grupo de trabajadores intentaron seguir adelante con el proyecto de construcción que estaría a cargo de la Secretaría de Espacios Públicos, se produjeron serios enfrentamientos y hubo empujones, golpes y amenazadas de ambas partes.

“Vienen con punteros que son de la zona de 11 y 92 a imponer la construcción del centro. Nosotros pedimos que primero arreglen los problemas que tenemos con el arroyo que pasa por acá y que se desborda”, alegaron en el lugar.

Tal fue el revuelo que se armó que hasta una patrulla de la guardia urbana se hizo presente y permaneció durante toda la noche a modo de vigilancia para evitar posibles nuevos cruces entre los trabajadores contratados para hacer las obras y los vecinos.

Incluso, un grupo de personas se organizó para turnarse y “custodiar” el terreno que equivale a media manzana en la zona, con la premisa de dar aviso a otros vecinos del barrio en el caso de que durante la noche quisieran venir a “usurpar” la tierra para luego terminar emplazando el centro comunal.

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