Visibilizar la problemática para prevenirla

Con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre uno de los mayores problemas de salud pública, hoy se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.

La jornada, promovida desde 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud, invita a reflexionar sobre los compromisos y las medidas prácticas que pueden desarrollar las diferentes sociedades a fin de prevenir este flagelo.

Cada día, en el mundo, cerca de 3.000 personas mueren por suicidio, y en América, alrededor de 100.000 pierden su vida por este tipo de hechos. En tanto, se calcula que, por cada acto consumado, hay al menos otros 20 intentos. Según datos oficiales, en la Argentina los accidentes, suicidios y homicidios son las principales causas de muerte en el grupo de 15 a 24 años.

Desde el Centro de Asistencia al Suicida (CAS), una institución sin fines de lucro que desde 1967 brinda asistencia telefónica gratuita, personal, confidencial y anónima a personas en crisis o riesgo de suicidio, familiares y allegados, reconocieron que en este contexto de pandemia, aumentaron las consultas que reciben en el 135.

“Hubo una suba en los casos y esto está estudiado en todo el mundo. Las personas vulnerables, psicológicamente hablando, que tal vez no presenten enfermedades mentales, pueden caer en distintas sintomatolo­gías, como ansiedad o angustia, y podrían cometer algún intento para quitarse la vida”, detalló la vicepresidenta del CAS, Nora Fontana, a diario Hoy.

En esta circunstancia, la licenciada en Psicología precisó: “El suicidio se puede prevenir con el solo hecho de hablarlo y visibilizarlo” y que “los individuos estamos capacitados para ayudar”.

“Todos podemos dar una respuesta a alguien que esté cerca. Por eso, siempre decimos que hay que estar sumamente atentos a la es­cucha. Generalmente, quienes cometen estos actos dan señales. Hay que poder observarlas”, expresó
Fontana.

Aunque el conocimiento sobre el comportamiento suicida ha aumentado notablemente en las últimas décadas, esta problemática continúa teniendo baja prioridad en las acciones de salud pública. En este sentido, el CAS, junto a otras entidades que trabajan en la temática, elaboraron la Ley de Prevención del Suicidio. Sin embargo, la norma que se sancionó en el Congreso nacional en el 2015, aún no ha sido reglamentada.

“Hay un mito que sostiene que hablar del suicidio predispone al aumento de casos, y esto es exactamente al revés. Hablar hace que la persona que está en crisis pueda intentar salir de ese gran dolor”, concluyó la presidenta del CAS.