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Vital apoyo de científicos platenses para el primer trasplante de intestino en asistolia a nivel mundial

Especialistas del Conicet ayudaron a un equipo de cirugía pediátrica español a llevar a cabo este hito en la historia de la medicina.

En las últimas horas se dio a conocer, gracias a una publicación en una revista científica, que especialistas del Conicet fueron fundamentales para llevar a cabo el primer trasplante de intestino en asistolia en todo el mundo. El procedimiento, del cual también participaron científicos platenses, fue llevado a cabo por el Hospital Universitario La Paz, en Madrid, y la protagonista fue Emma, una beba de 13 meses de vida. Este hito en la medicina, explicó el equipo a cargo, consistió en realizar un trasplante de intestino proveniente de un donante con muerte cardiocirculatoria.

Pablo Stringa, investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos y del Laboratorio de Trasplante de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, comentó sobre este gran suceso: “Históricamente los donantes para trasplante intestinal son personas a las que se les ha declarado la muerte encefálica, pero al seguir su corazón latiendo, los órganos siguen recibiendo irrigación sanguínea. Lo novedoso del caso de Emma es que es la primera vez que este órgano sólido proviene de un donante en asistolia, es decir, con muerte cardíaca. Para mí y nuestro equipo de investigación en Argentina es una satisfacción muy grande haber liderado estudios traslacionales que aportaron evidencia para que el equipo de cirugía pediátrica del Hospital La Paz de Madrid lograse efectuar por primera vez a nivel mundial, y de manera exitosa, un tratamiento médico de tal complejidad”.

Según explicaron, este proceso sucedió en junio del año pasado, y desde ese entonces hasta la fecha se lograron realizar otros dos procedimientos semejantes en este centro médico. Siguiendo con la cirugía, explicaron que la donación en asistolia se usaba para trasplante hepático, renal, cardíaco y de otros órganos, pero nunca se había utilizado para trasplante intestinal porque se creía que este órgano, proveniente de donantes con muerte cardiocirculatoria, no servía. “Nuestro grupo de investigadores del Conicet, en estrecha colaboración con médicos del Hospital La Paz, demostró, mediante la realización de estudios preclínicos llevados a cabo en La Plata y en Madrid, que esta creencia era errónea”, concluyó Stringa.

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