YPF presentó a Suárez el avance de sus inversiones en Mendoza
También analizaron el estado de avance de los puntos incluidos en el acuerdo firmado en 2021 con el objetivo de promover el desarrollo hidrocarburífero.
El CEO de YPF, Pablo Iuliano, presentó al gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, los avances de los proyectos que la compañía lleva adelante en Mendoza y que representan inversiones por 364 millones de dólares en la provincia.
El encuentro, que se realizó en la Casa de Gobierno, también sirvió para analizar el estado de avance de los puntos incluidos en el acuerdo firmado en 2021 con el objetivo de promover el desarrollo hidrocarburífero.
YPF avanza en el primer piloto No Convencional a Vaca Muerta fuera de Neuquén que permitirá evaluar el potencial de la formación en territorio mendocino. Los trabajos previos para la posterior perforación de dos pozos horizontales ya se están ejecutando al sur de Malargüe, en el área Paso de las Bardas Norte.
Suárez pudo conocer también detalles sobre los proyectos de recuperación terciaria que se ejecutan en Malargüe. En Chachahuen ya funciona la primera planta de inyección de polímeros, como parte del plan para instalar otras dos similares en 2023. En tanto, en Cerro Morado Este, YPF perforó 10 nuevos pozos con el objetivo de delinear el yacimiento para conocer su potencial. Este proyecto de terciaria es uno de los dos más importantes que ejecuta la compañía en el país y, en función de sus resultados, podría generar una potencial inversión por 400 millones de dólares.
A su vez, la compañía está realizando un ambicioso plan para los crudos pesados de Llancanelo. YPF perforó cuatro nuevos pozos e instaló calentadores de fondo en otros cuatro. Además, está en su etapa final la nueva línea eléctrica que servirá para abastecer el yacimiento y la construcción de un nuevo camino por fuera de los límites del Área Natural Protegida, lo que redundará en una significativa reducción del impacto ambiental en la zona.
Por último, YPF también ejecuta en tiempo y forma el proyecto para adaptar a la refinería de Luján de Cuyo a las nuevas especificaciones de combustibles como parte del plan por 590 millones de dólares, que constituye la inversión más importante para el Downstream en Mendoza de los últimos 30 años.