Crece el escándalo del jefe de la CIA en EEUU: investigan a otro alto militar
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, ordenó este martes investigar al comandante de las tropas aliadas en Afganistán, general John Allen, por entender que está involucrado en el escándalo que le costó el cargo al director de la CIA, general David Petraeus.
De acuerdo a lo revelado por el propio funcionario, Allen habría mantenido "comunicaciones inapropiadas" con Jill Kelley, la mujer que recibió correos amenazadores supuestamente remitidos por Paula Broadwell, la amante de Petraeus, informó la agencia de noticias EFE.
Panetta anunció este martes en el avión en el que viaja a Perth (Australia) que ordenó investigar al comandante de las tropas estadounidenses y de la OTAN y que el inspector general del Pentágono revisa entre 20.000 y 30.000 páginas de documentos, muchos de ellos correos, según revela también el diario The New York Times.
En un comunicado leído por Panetta a los corresponsales que viajan con él para cubrir la cumbre Australia-EEUU, precisó que fue informado por el FBI de las investigaciones en torno al general y sus relaciones con la mujer supuestamente víctima de ciberacoso por parte de la amante y biógrafa del general Petraeus.
Aunque el general Allen permanece como comandante en jefe de las tropas desplegadas en Afganistán, el secretario de Defensa explicó que había pedido al presidente estadounidense, Barack Obama, que paralizase su designación como comandante aliado supremo de la OTAN en Bruselas.
Además, estaba previsto que comandase las tropas estadounidenses en Europa, nombramientos que se pensaba eran sencillos una vez que Panetta había comunicado su propuesta a Obama, quien accedió a la proposición, según recuerda el rotativo neoyorquino.
Asimismo, el funcionario pidió al comité de las Fuerzas Armadas del Senado que ratifique con urgencia el nombramiento del general de los Marines, Joseph A. Dunford, como nuevo comandante en Afganistán en sustitución de Allen, tal y como estaba previsto para este jueves.
Paralelamente y abonando con datos un tema que ya se transformó en escándalo, el diario The Washington Post reveló hoy que Petraeus lejos estuvo de renunciar automáticamente cuando se descubrió el romance extramatrimonial que pudo poner en riesgo temas de seguridad nacional, y que se negaba a dejar el cargo.
De acuerdo con la información, el militar no quería renunciar ni aún después de admitir ante el FBI y sólo presentó la dimisión la semana pasada cuando quedó claro que iba a salir a la luz su relación extramatrimonial con su biógrafa Paula Broadwell.
"No tenía la intención de dimitir", dijo el coronel ya retirado Peter Mansoor en declaraciones al diario. "Pero cuando supo que se haría público (su affaire), entonces pensó que lo correcto era dimitir", añadió.
The Washington Post informó que Petraeus se enojó cuando supo de los mails amenazadores de su amante a la presunta rival y señaló que exigió a Broadwell que dejase en paz a Kelley, identificada como una amiga de la familia.
Según personas próximas al general condecorado, Petraeus puso fin a la relación cuando tuvo conocimiento de estos mails amenazadores, hace unos cuatro meses.