Alemania: pese a la protesta anticuarentena, el gobierno hará obligatorio el uso del barbijo
Hasta ahora, el uso de la mascarilla era obligatorio en Berlín en el transporte público y espacios cerrados como escuelas y comercios, pero no en la calle.
La capital de Alemania y ciudad-estado, Berlín, impuso hoy el uso obligatorio de tapabocas en las manifestaciones de más de 100 personas, tras los incidentes registrados en una marcha contra las restricciones realizada el sábado pasado.
El uso de barbijo es una de las medidas tomadas para reforzar la prevención ante la pandemia de coronavirus y se suma a otras como la obligatoriedad de que los bares y restaurantes lleven un registro de las personas que visitan el lugar, informó el diario alemán Der Tagespiegel.
El mismo medio señaló que en las fiestas de mas de 50 personas también se exigirá una serie de medidas de higiene similares.
Hasta ahora, el uso de la mascarilla era obligatorio en Berlín en el transporte público y espacios cerrados como escuelas y comercios, pero no en la calle, mientras en las manifestaciones solo se impone su uso cuando no se puede garantizar el distanciamiento social.
La decisión del gobierno llegó después de las protestas del sábado, en las que se produjeron incidentes.
La policía dispersó ese día una primera marcha que reunió a 18.000 personas en el centro de la ciudad, ante la evidencia de que no se estaba respetando la distancia social y que muchas personas no llevaban barbijo.
El grueso de la columna se reagrupó más tarde en otra concentración, que llegó a reunir a 38.000 personas en las inmediaciones de la Columna de la Victoria, en el parque Tiergarten.
En paralelo se produjeron incidentes violentos ante la embajada de Rusia, donde se concentraron unos 2.000 ultraderechistas entre gritos de apoyo al presidente Vladimir Putin y consignas hostiles contra la canciller alemana, Angela Merkel.
La concentración terminó en enfrentamientos con la policía antidisturbios, mientras en las inmediaciones del Reichstag (la sede del parlamento) se agruparon otros centenares de ultraderechistas con carteles de Reichbürger, un movimiento que no reconoce la autoridad ni las fronteras de la Alemania actual.
La concentración derivó en escándalo cuando los manifestantes se lanzaron a una toma simbólica del parlamento y posaron en sus escalinatas con banderas del antiguo Reich y símbolos nazis.
La simulación de la toma del Reichstag generó duras condenas desde todo el espectro parlamentario, el Gobierno de Merkel y el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier.
Las manifestaciones contra las restricciones vienen sucediéndose desde hace semanas en todo el país y aglutinan tanto a ciudadanos descontentos con las medidas del gobierno como defensores de teorías de la conspiración, movimientos esotéricos y ultraderechistas.
La medida se anunció el mismo día en que se reportaron más de 1.200 nuevos casos y cuatro víctimas mortales, frente a los 610 contagios y los tres fallecidos contabilizados ayer, según el último balance del Instituto Robert Koch.
Con los nuevos datos, el balance de la pandemia en suelo alemán asciende a 243.599 casos y 9.302 fallecidos.
La cifra de personas que consiguieron superar la Covid-19, la enfermedad generada por el coronavirus, se elevóa 217.600, tras recibir el alta en las últimas 24 horas 1.400 pacientes.