Ante un nuevo ajuste, una huelga paraliza Grecia

El Parlamento vota hoy nuevas medidas contra jubilados y empleados estatales. Miles se movilizaron en ciudades sin transporte ni actividad.

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Atenas, en el primer día de una huelga general de 48 horas contra las nuevas medidas de austeridad que el gobierno conservador de Antonis Samarás pretende aprobar hoy en el Parlamento. 

Los recortes a jubilaciones y salarios acordados con los acreedores internacionales logró el rechazo unánime de diversos sectores. Durante la jornada se suspendió gran parte del transporte aéreo y tampoco circularon los autobuses y el subte; los controladores aéreos también pararon, al igual que los taxistas, en tanto los médicos sólo atendieron casos de urgencia. También los barcos, tanto de transporte de mercancías como de pasajeros, quedaron amarrados en el puerto por la participación de los marineros, estibadores y personal portuario en la huelga.

En ese escenario, cerca de 45 mil personas salieron a protestar por las calles de la capital de Grecia, y otras tantas en las ciudades del interior del país, contra el nuevo paquete de ajuste, que prevé recortar hasta 2014 unos 13.500 millones de euros. La Policía realizó un fuerte despliegue de seguridad en el centro de la capital por miedo a disturbios, pero la situación dominante fue de calma y no se reportó ningún incidente. Entre las principales medidas se encuentra la reducción de salarios de empleados públicos de hasta un 20%, así como en las ayudas por hijo, a las que ya no podrán aspirar las familias que ganen más de 18.000 euros al año. De todas formas, los más afectados son los jubilados, que verán recortadas sus pensiones por cuarta vez en tres años. Además, los despidos se flexibilizan aún más y las indemnizaciones se recortarán.