Brasil: otra jornada cargada de protestas y homenajes
En un acto en Brasilia, manifestantes colocaron miles de cruces frente al Congreso para recordar a los más de 57.000 muertos por la pandemia.
"Pare de negar”, le reclamaron los manifestantes al presidente Jair Bolsonaro, en lo que fue ayer un masivo acto frente al Congreso brasileño, donde se clavaron mil cruces para homenajear a las más de 57.000 personas que hasta el momento perdieron la vida a causa de la pandemia y las malas decisiones políticas.
Las cruces se mantuvieron cerca de tres horas frente a la sede del Congreso, en una ancha avenida en Brasilia, en la que está ubicado el edificio de la presidencia. Participaron líderes indígenas que junto a los manifestantes pidieron que se abra un juicio político contra el jefe de Estado.
El acto, que fue bautizado como “Stop Bolsonaro”, fue organizado por un movimiento de izquierda identificado como “Resistencia y Acción”, que quiso recordar los miles de fallecimientos por el coronavirus en Brasil, el segundo país con más muertes y contagios en el mundo.
Entre los participantes se destacaron el exministro Gilberto Carvalho y la diputada federal Erica Kokay, dos dirigentes socialistas del Partido de los Trabajadores. “Fue un acto para denunciar a los responsables por este genocidio”, dijo la profesora Lucia Iwanow, una de las organizadoras de la manifestación.
Otras protestas se realizaron ayer en diversos puntos de Brasil, todas convocadas por las redes sociales con el hashtag #StopBolsonaroMundial, para exigir la renuncia del líder ultraderechista. Las marchas, donde se criticó la política negacionista del mandatario frente a la pandemia, también se realizaron en el exterior, principalmente en Europa.
La otra parte
Grupos partidarios de Jair Bolsonaro se movilizaron para defender una “intervención militar”. Los “bolsonaristas”, el grupo más radical del líder ultraconservador, se manifestaron frente a la sede de la presidencia y al Cuartel General del Ejército, donde volvieron a exhibir pancartas reclamando el cierre del Congreso y los tribunales.
Las protestas antidemocráticas coinciden con una encuesta que informó que el 75% de los brasileños consideran a la democracia como el mejor tipo de gobierno respecto a cualquier otro.