China: cambios en la cúpula de poder

Los principales órganos de gobierno del gigante asiático retirarán a sus antiguos líderes y elegirán a sus sucesores. Tras un gran escándalo político, reinan los interrogantes por su futuro.

En medio de extremas medidas de seguridad y con la participación de más de dos mil delegados, comienza hoy el XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), de cuyas deliberaciones saldrá la “quinta generación de líderes” que regirá los destinos del país los próximos diez años.

La formación que gobierna el gigante asiático desde 1949, convertido hoy en la segunda economía mundial, se reunirá durante días junto a 2.270 representantes para  remodelar los tres principales órganos del partido: Comité Central, Politburó y Comité Permanente. En la clausura del congreso, prevista para el 14 de noviembre, se anunciarían los miembros del Comité Central, formado por 350 delegados, y un día después este organismo aprobaría el Comité Permanente, un reducido grupo de líderes que rige de facto los designios del país más poblado.

El proceso electoral genera expectativa porque se produciría un fuerte recambio generacional, al retirarse al menos siete de los nueve actuales líderes, próximos a cumplir 70 años, entre ellos el actual presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao. En tanto, los dos llamados a conservar su lugar en el grupo son el vicepresidente Xi Jinping y el vice primer ministro Li Keqiang, que probablemente se conviertan en presidente y primer ministro, respectivamente.

A su vez, el cónclave llega luego de un gran escándalo por la expulsión del partido de Bo Xilai, exsecretario del PCCh y estrella ascendente de la política china, juzgado por corrupción, abuso de poder, recibir sobornos e intentar ocultar un asesinato.

Así como las recientes elecciones en Estados Unidos cobraron importancia por su rol e influencia en la esfera internacional, el ascendente papel del gigante asiático en el equilibrio geopolítico de las naciones despierta numerosas preguntas sobre su futuro. De uno y otro lado del globo, las potencias miran con atención a China.