Continúa la crisis en Bielorrusia

La policía bielorrusa reprimió hoy una manifestación pacífica de mujeres en el centro de la capital, Minsk, y detuvo a decenas de personas, en una nueva jornada de protestas contra el gobierno al que acusan de fraude en las últimas elecciones.

"Devuélvannos a Masha", gritaban las manifestantes mientras golpeaban cacerolas, en referencia a la líder de la oposición, Maria Kolesnikova, detenida esta semana tras resistirse a ser expulsada del país.

En las imágenes mostradas por la cadena Belsat TV, se pudo ver cuando las mujeres llegaban a la Plaza de la Libertad de Minsk y fueron abordadas por hombres encapuchados que intentaron detenerlas, mientras algunas se resistían.

Otro video mostró imágenes de policías antidisturbios que ayudaban a los encapuchados, y que introducían violentamente a las mujeres en furgones policiales.

Según el grupo de defensa de derechos humanos Viasna, 30 manifestantes fueron detenidas.

La portavoz del ministerio de Interior, Olga Chemodanova, confirmó que había "mujeres detenidas", pero sin brindar cifras concretas, informó la agencia de noticias AFP.

Belsat, que está basada en Varsovia, explicó a través de Telegram que dos de sus periodistas también fueron detenidos durante la represión.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que se enfrenta desde hace un mes a un movimiento de protestas callejeras contra a su cuestionada reelección, tiene previsto viajar a Rusia el lunes para reunirse con su homólogo Vladimir Putin.

Lukashenko acusó varias veces a su histórico aliado ruso de querer convertir a Bielorrusia en un vasallo, y rechazó la idea de Moscú de querer ahondar la unión política y económica existente entre ambos países.

Pero el movimiento de protesta que recorre Bielorrusia desde la elección presidencial del 9 de agosto, que Lukashenko dice haber ganado con el 80% de lo votos, supuso un cambio completo, y Bielorrusia se presenta ahora como el último escudo de Rusia ante las ambiciones occidentales.