Elecciones en Chile: los independientes obtienen la mayoría
Los chilenos designaron a las 155 personas que tendrán la tarea de escribir una nueva Constitución, dejando atrás la Carta Magna escrita en 1980 durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
La histórica mega elección de Chile, en la cual la población eligió a 155 convencionales constituyentes, 16 gobernadores regionales, 345 alcaldes y 2.240 concejales, culminó hoy con un sorprendente resultado. Los independientes consiguieron un 45% de los votos, con más de 94,5% de mesas escrutadas hasta el momento. En tanto, la oposición de izquierda y centroizquierda (“Lista Apruebo” y “Apruebo Dignidad”) obtuvo el 33% mientras que el oficialismo alcanzó el 21%.
Con estos resultados oficiales del Servicio Electoral (Servel), de los 155 convencionales constituyentes, 48 serían independientes, mientras que la oposición lograría 52 (dividida entre los 27 de la izquierda y los 25 de la centro-izquierda), el oficialismo 38 y los pueblos originarios se dividen los 17 escaños que estaban reservados para ellos.
El candidato presidencial del oficialista Renovación Nacional -partido del presidente Sebastián Piñera-, Mario Desbordes, hizo un llamado de atención en una conferencia de prensa por el bajo nivel de participación en las elecciones y reconoció: "No hay dudas de que estamos viviendo una derrota, una derrota que nos debe hacer reflexionar".
El número final de convencionales constituyentes deberá esperar hasta que finalice el conteo en cada uno de los 28 distritos ya que la asignación de los escaños dependerá, no solo de los votos, sino de que se cumpla también con la condición de paridad entre mujeres y hombres exigida.
En Chile se utiliza el sistema D'Hondt para los candidatos a constituyentes, que consiste en un método matemático de carácter proporcional, que busca fortalecer la representatividad en los delegados a escoger.
Aunque los chilenos votaron hoy para elegir también una nueva figura electiva -gobernadores- y autoridades municipales, el comicio que se espera defina el futuro político del país es el de los constituyentes. Estos tendrán la tarea de redactar una nueva Constitución, dejando atrás la Carta Magna escrita en 1980 durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990). Deberán hacerlo en un lapso máximo de 12 meses y cada norma debatida deberá contar con una aprobación de los dos tercios.
De ganar la opción 'Apruebo', la nueva Carta Magna será aprobada en el Congreso. Si sucede lo contrario, quedará vigente el texto actual, que data de 1980.