Evacuación masiva en Chile ante la alerta de tsunami

Tras la erupción volcánica en Tonga, las costas del país vecino fueron azotadas con olas de casi dos metros y el gobierno decidió vaciar varias de sus playas.

Este fin de semana, el gobierno chileno decidió desocupar varias de sus playas en los más de 4.000 kilómetros de costa, junto a las de Isla de Pascua y la Antártida. Tras la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, cerca de la isla de Tonga en el Pacífico, el país vecino debió encender las alarmas ante un potencial catástrofe.

En el último reporte emitido por la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (Onemi), se confirmó que se mantienen en “estado de precaución” la región de Arica y Parinacota, junto con Atacama, en el extremo norte; la de Coquimbo en el centro-norte; y las de Ñuble y Biobío, en el sur. El estado de precaución impide acercarse hasta los 80 metros del borde costero.

Con respecto a otras regiones, se canceló el estado de alerta y se volvió a la normalidad. Al mismo tiempo, se explicó que la decisión se tomó “basada en el monitoreo de estaciones del nivel del mar e información de observadores de campo”, según explicó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico.

Sin embargo, dichas autoridades advirtieron que, de producirse una nueva erupción en el volcán submarino de la isla del Pacífico sur, se estaría hablando de un nuevo tsunami, por lo que cada media hora se monitorea la situación costera.

Cabe destacar que las autoridades pasaron de alertar de la posibilidad de un maremoto para la isla de Pascua y el archipiélago Juan Fernández -un conjunto de islas ubicado en el Pacífico Sur- a desocupar las playas de numerosas regiones desde la frontera norte con Perú hasta el extremo sur, quedando exceptuadas las regiones australes de Aysen y Magallanes, aunque las autoridades continuaron registrando variaciones en la altura del oleaje.

Asimismo, las olas más grandes se reportaron en algunas ciudades del norte del país como Iquique y Atacama, donde se produjeron inundaciones leves, según informó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA). Por otra parte, los habitantes de Coquimbo (centro-norte) y Los Rios y Los Lagos (sur) -ambas regiones en estado de alerta por tsunami, debido a que los registros de la ondulación del oleaje superaron el metro de altura- recibieron un breve mensaje de texto que les exigía “abandonar zona de playa, por tsunami menor”.

“Establece Alerta de Tsunami para el borde costero de esa región. Onemi envió un nuevo mensaje SAE. Hacemos un llamado a evacuar a zona segura (cota 30) y seguir las instrucciones de la autoridad”, alertaron las autoridades chilenas a través de las redes sociales. A su vez, explicaron que se activaron los protocolos habituales tras un terremoto que pueda provocar un maremoto, pero que al haber ocurrido por la erupción de un volcán subacuático, el comportamiento del oleaje y las mareas es “anómalo”.

En ese sentido, el almirante de la Armada chilena, Leonardo Chávez, explicó en rueda de prensa: “Es algo que nunca nos había pasado, nos hace tomar las precauciones rápidamente para poder alertar a la gente”.

No obstante, Chile no fue el único país que ha tomado medidas preventivas respecto del tsunami; otros países, como Estados Unidos, Canadá y Costa Rica, advirtieron a través de comunicados oficiales los riesgos del maremoto, sobre todo, en las costas del Pacífico. Hasta el momento, las olas registradas oscilaron entre los siete centímetros en Alameda (California) hasta 1.24 metros en Port San Luis, a unos 300 kilómetros al norte de Los Ángeles, en el mismo estado, según informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).

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