Israel endurece más la cuarentena
El número de casos no para de crecer por lo que el gobierno decidió endurecer la medida.
El gobierno israelí decidió hoy profundizar el confinamiento generalizado en vigor desde hace casi una semana debido a un aumento continuo del número de personas infectadas por el nuevo coronavirus.
A partir de mañana, las sinagogas permancerán cerradas, excepto para la festividad del Yom Kippur (Día del Perdón) que se celebrará el próximo domingo por la noche y el lunes, informó el gobierno en un comunicado.
Además, sólo los sectores de trabajo considerados "esenciales" podrán seguir funcionado y las manifestaciones y oraciones en el exterior estarán limitadas a 20 personas y a menos de un kilómetro del domicilio.
Estas medidas aún deben ser validadas por el Parlamento.
Las autoridades también deben pronunciarse durante el día sobre el cierre del aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel Aviv.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó anoche que había que tomar "decisiones difíciles para salvar vidas".
"En los últimos dos días hemos escuchado a los expertos decir que si no tomamos medidas inmediatas y estrictas, caeremos en un abismo", dijo antes de una reunión del gobierno.
Israel es uno de los países con la mayor tasa de infección por el coronavirus en las últimas semanas.
El Ministerio de Salud dijo hoy que registró 6.808 nuevos casos en las últimas 24 horas, luego de que ayer se reportaran también cerca de 7.000, informó la agencia de noticias AFP.
Otras 31 personas murieron en el mismo lapso, con lo que el total de decesos se elevó a 1.335 sobre un acumulado de más de 206.000 contagios.
El Ministerio de Hacienda advirtió que las restricciones son desastrosas para la economía del país, mientras que la tasa de desempleo aumentó en los últimos meses.
"El que cree que se puede trabajar cuando hay una pandemia, cuando aumentan las muertes y las infecciones, sin que esto afecte la economía, se equivoca", respondió Netanyahu.
Los opositores al primer ministro lo acusan de endurecer el confinamiento para debilitar las manifestaciones semanales frente a su residencia en Jerusalén, que critican en particular su gestión de la pandemia.
Sólo 27% de los israelíes afirma tener confianza en la capacidad de Netanyahu para afrontar la crisis sanitaria, la cifra más baja desde el comienzo de la pandemia, según una encuesta del Instituto Democrático de Israel, centro de investigación en Jerusalén.
Los críticos, entre ellos médicos y muchos medios, denuncian una desorganización y una importante falta de recursos en los últimos meses para anticipar los efectos de una segunda ola de contaminación.
Abrumado por el incremento de internaciones, un hospital de la ciudad de Haifa transformó en "ala covid" su estacionamiento subterráneo, donde cientos de camas ocupan los rectángulos dibujados en el suelo para los coches.
Con máscaras sanitarias azules y guantes de látex, el personal se dedica a instalar el equipo y las camas medicalizadas en las plazas de estacionamiento, delimitadas por paneles de hormigón pintados de rosa, violeta o verde.
Esta "ala covid" entrará en función en las próximas horas, para poder acoger a 770 pacientes.