La ministra británica del Interior deja su cargo y a Liz Truss en la cuerda floja

La salida de Suella Braverman provocó otro duro golpe al gobierno de la primera ministra británica.

En las últimas horas, la ministra británica del Interior, Suella Braverman, dejó su cargo y puso contra las cuerdas a la primera ministra, Liz Truss. Hasta el momento, se desconoce si la salida de Bravermann fue por una renuncia o por una decisión de Truss.

En menos de una semana, con Braverman ya son dos los funcionarios que abandonaron el gabinete. El pasado viernes, Kwasi Kwarteng fue separado del cargo tres semanas después de que anunciara recortes de impuestos que desencadenaron turbulencias financieras.

En ese contexto, hoy Liz Truss, se enfrentó a los parlamentarios por primera vez desde que se vio obligada a descartar la mayor parte de las medidas económicas anunciadas en septiembre, ante quienes se presentó como “una luchadora y no alguien que se rinde”.

La asediada primera ministra a los parlamentarios, le respondió al líder laborista Keir Starmer que leyó una lista de las políticas económicas que fueron descartadas por su nuevo ministro de Economía, Jeremy Hunt, para intentar tranquilizar los mercados tras las turbulencias que desató el presupuesto presentado por Kwasi Kwarteng.

Durante la sesión de preguntas en la Cámara de los Comunes, Truss se enfrentó a los gritos de algunos parlamentarios que pedían su "dimisión", mientras aclaraba que había pedido disculpas y reconocía nuevamente que cometió errores.

Starmer apuntó contra la primera ministra y aseguró que el único mandato de Truss fue construido "sobre una economía de fantasía que terminó en un desastre".

"El país no tiene nada que mostrar, excepto la destrucción de la economía y la implosión del partido Tory", afirmó el líder laborista, tras agregar que su supuesto mejor amigo, refiriéndose al ex ministro Kwarteng, "también se fue". "Todos se han ido. Entonces, ¿por qué sigue aquí?", insistió Starmer.

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