Los miembros del G7 buscan quitarle protagonismo a la participación China en el financiamiento de países en desarrollo

La organización integrada por las grandes naciones mundiales desembolsará 600 mil millones de dólares para fomentar la infraestructura a nivel mundial.

Este domingo se anunció el programa de inversiones de 600 mil millones de dólares para financiar el desarrollo de la infraestructura de los países de bajos y medianos ingresos. Así se busca detener el avance chino sobre la economía global, en los últimos años China ha financiado diversos proyectos a lo largo del mundo en planes de relaciones bilaterales. 

Bajo el nombre de “Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión”, el plan busca mejorar la cadena de suministros a nivel global y así fomentar una economía mundial más favorable para todas las naciones.

El mandatario estadounidense, Joe Biden, comunicó que el proyecto se centrará en mejorar la seguridad sanitaria, la conectividad digital, la igualdad de sexos, el compromiso con el cambio climático y la seguridad energética de las naciones en vías de desarrollo.

China tiene un plan de acción similar hace ya algunos años, “Nueva ruta de la seda”. Con esta iniciativa el gigante oriental ha intervenido en muchos países desarrollando infraestructura para mejorar su economía de sus socios y la de sus socios. 

Para detener el avance de China sobre los países occidentales y afianzar las jerarquía de las hegemonías occidentales, el nuevo programa de financiamiento del G7, impulsado por EEUU, espera participar de las economías emergentes hasta el 2027.

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