Madrid: tragedia y muerte en Halloween

Durante una fiesta, una avalancha provocó la asfixia de tres jóvenes de entre 18 y 25 años, que sufrieron “paros cardiorrespiratorios”. Otras dos están graves. Había más de 10 mil personas.

Tres chicas, dos de 18 y una 25 años, murieron ayer durante una megafiesta de Halloween en el pabellón deportivo Madrid Arena, en la capital española, aplastadas por una marea humana en medio de una estampida que habría sido provocada, una vez más, por una bengala. 

Las tres jóvenes sufrieron “paros cardiorrespiratorios de origen traumático”, en tanto otras dos personas continuaban al cierre de esta edición en estado crítico. La tragedia se produjo cerca de las cuatro de la mañana de ayer, según los servicios de emergencias de Madrid. Unos 50 efectivos, entre médicos, enfermeros y técnicos, acudieron al lugar tras recibir una llamada de alerta de que había tres personas “inconcientes”, y si bien la primera unidad sanitaria tardó “apenas dos minutos en llegar”, no se pudieron evitar las muertes. Aunque recién será confirmada por la autopsia, la causa de los decesos habría sido de “origen traumático por aplastamiento, posiblemente al sufrir una caída y ser arrolladas”. 

Lo testimonios relatan una experiencia caótica, sin responsables que se hagan cargo de la situación y con cientos de jóvenes agolpados en escasos metros contra una puerta que permaneció cerrada  durante más de treinta minutos. En esos momentos murieron dos de las víctimas fatales, en tanto la tercera soportó hasta llegar al hospital. La conmoción de los jóvenes que asisitieron a una celebración convocada como una “megafiesta tétrica” confirmó un horror que todos anunciaban, pero nadie esperaba de este modo. Dos de las adolescentes eran amigas de un instituto educativo, y otra era la hija de un exconsejal socialista. Había más de diez mil personas, y las autoridades investigan si se sobrepasó el límite de gente permitido. Puertas cerradas, bengalas, capacidad sobrepasada, estampida, asfixia, jóvenes y muerte. Una tragedia demasiado conocida.  

Testimonios del horror 

Laura, una joven que se salvó del horror, relató su experiencia: “Antes de entrar a la fiesta ya escuchamos rumores de que se habían vendido más entradas de las permitidas, pero nadie hizo nada e incluso los menores pasa- mos sin problemas. Como a las cuatro de la madrugada se produjo una avalancha por culpa de una bengala que tiraron. La gente, asustada, empezó a empujar y a correr hacia la puerta más cercana, donde se amontonaron. Yo estaba cerca de la puerta, pero al llegar tanta gente se formó un tapón. Era imposible salir. Perdí a mis amigas y me quedé sola en el medio de la avalancha. Me faltaba el aire y no podía respirar. Pensaba que me moría. Incluso pensé en llamar a mis padres y decirles que me moría, que de ahí no salía”.