Mursi cede, pero continúa la tensión
El presidente de Egipto eliminó sus superpoderes y mantuvo la consulta constitucional. Aviones de combate sobrevolaron El Cairo. Protestas.
La oposición política a Mohamed Mursi no cede en Egipto y ayer aprovechó el clima de agitación social para convocar a una nueva “gran movilización” para mañana, alegando que sólo se cumplieron la mitad de sus exigencias ya que se eliminaron los superpoderes, pero se mantuvo la fecha del referéndum de la nueva Constitución, el próximo 16 de diciembre.
El Frente de Salvación Nacional, que reúne a la oposición laica del país, advirtió en un comunicado que si el presidente no da marcha atrás con la consulta popular, “se va a derramar más sangre”. Más temprano, cientos de personas protestaron frente al Palacio Presidencial de El Cairo y otros tantos hicieron lo propio en la céntrica Plaza Tahrir, a pocos kilómetros de distancia. El gobierno mantuvo la presencia militar en las calles, e incluso aviones de combate surcaron amenazantes los cielos de la capital, aunque no se produjeron incidentes.
El temor es que los islamistas impongan su mayoría y hagan valer los números para legitimar su creciente autoritarismo. En la nueva Carta Magna se juega el perfil islamista del futuro gobierno y se ponen en juego las libertades civiles de la heterogénea población egipcia.
Por su parte, la organización gobernante Hermandad Musulmana aseguró que “el acta constitucional de noviembre, que causó mucha polémica, ha sido anulada por el presidente”, y se dirigió a la oposición: “Ya no hay motivos para instigar al pueblo a participar en manifestaciones ni para que haya más diferencias”. De todas formas, el clima continúa tenso, propio de un país que recorre recién los primeros pasos de un proceso democrático cargado de revueltas, contradicciones y fracciones en disputa.