Trump relativiza la brutalidad policial, pero se abre a reformas

"No me gustan los estrangulamientos. En general, deberían terminar", remarcó el presidente estadounidense pero poco después se preguntó: "Pero si se trata de una mala persona...¿Qué vas a hacer? ¿Lo vas a dejar ir?".

En medio de anuncios y promesas de reformas policiales en el país y de un creciente debate en el Congreso federal, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, relativizó uno de los ejemplos más comunes de la brutalidad policial, la técnica de estrangulamiento en las detenciones, aunque se mostró abierto a aceptar una prohibición nacional.

"Creo que el concepto del estrangulamiento suena tan inocente, tan perfecto. Pero después uno se da cuenta, que es así si es en un mano a mano. Pero si es un dos contra uno, la historia es un poco diferente. Depende de la fuerza y cuán duro es uno. Hay una cuestión física acá", aseguró el mandatario en una entrevista con el canal de noticias Fox.

La técnica de estrangulamiento, generalizada en las policías de Estados Unidos hace mucho, fue la que utilizó el policía blanco Derek Chauvin cuando se arrodilló sobre el cuello de George Floyd durante casi nueve minutos para inmovilizarlo y arrestarlo, pese a sus súplicas.

"No me gustan los estrangulamientos. En general, deberían terminar", agregó Trump, pero poco después se preguntó: "Pero si se trata de una mala persona...¿Qué vas a hacer? ¿Lo vas a dejar ir?"

Anoche, Trump adelantó que está preparando un decreto sobre el tema, pero no dio detalles sobre qué reformas incluiría. Tampoco aclaró si entraría en contradicción con el proyecto de ley de la oposición contra la brutalidad policial que se discute en el Congreso.

Su decisión de relativizar la técnica que activistas, organizaciones de derechos humanos y hasta dirigentes políticos han reconocido como brutal y prometer de manera ambigua una prohibición nacional contrastaron hoy con la reforma que promulgó el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, que, entre otros cambios, convierte en delito el estrangulamiento en detenciones.

La reforma, que comprende una decena de proyectos aprobados esta semana tanto por el Senado como por la Asamblea Estatal de Nueva York, pena el uso de esta maniobra con hasta 15 años de prisión, facilita el acceso a los historiales de denuncias de los oficiales y penaliza las llamadas a la Policía por motivos racistas.

Muchos de estos cambios eran reclamados por organizaciones de derechos civiles y las minorías negra y latina hace años, sin ningún éxito.

"No hay confianza entre la comunidad y la Policía", reconoció a los periodistas Cuomo, acompañado por el reverendo y veterano activista por los derechos civiles Al Sharpton, durante la firma del paquete legislativo en su despacho.

"Y si no hay confianza, la relación no funciona", sentenció.

Si bien la Policía neoyorquina dijo haber prohibido el uso del estrangulamiento en 1993, la técnica se seguía usando y nunca se convirtió en un delito hasta esta nueva ley, que llevará el nombre de Eric Garner, un afroestadonidense neoyorquino que, al igual que Floyd, murió asfixiado por un policía durante su arresto en 2014 en Staten Island.

El gobernador demócrata destacó, asimismo, el respaldo bipartidista de la iniciativa.

"Muchos, muchos republicanos han votado a favor de estos proyectos de ley porque creen que el mundo ha dicho que ya es suficiente", afirmó.

La muerte de Floyd, ocurrida el 25 de mayo, causó una ola de indignación y protestas en Estados Unidos, luego que un video mostrara que el hombre falleció mientras era arrestado en Minneapolis por un policía blanco -hoy imputado por homicidio en segundo grado- que lo redujo al piso y le clavó la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, pese a que el hombre gritaba que no podía respirar.

Ante la amplitud de los demandas contra la injusticia racial y la brutalidad policial, numerosos estados y ciudades emprendieron en las últimas semanas reformas policiales y judiciales, mientras que a nivel federal, los demócratas presentaron una serie de medidas a tratar en el Congreso, algunas incluso apoyadas por varios republicanos.

Trump en principio rechazó el proyecto de ley opositor, pero hace días que legisladores republicanos se suman a algunas de las iniciativas.

En este contexto, una encuesta de la consultora Ipsos, publicada hoy por el canal de noticias ABC, informó que un 64% de los estadounidenses comparten la posición de Trump y del oficialismo republicano y no apoyan redestinar parte de los fondos que reciben los departamentos de Policía del país a políticas sociales, como pide el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negran Importan) en las calles.

El resultado es muy diferente si se tiene en cuenta solo la minoría negra: el 57% apoya una desfinanciación de las policías. La cifra es muy similar entre los votantes demócratas: 55%.

Sin embargo, al analizar la mayoría blanca, sólo un 26% apoya la medida, una cifra que se reduce a solo un 11%, si se analiza solo a los electores republicanos.