Un viaje cargado de matices

Decenas de miles de argentinos ya comenzaron a viajar hacia el vecino país. Más de 40.000 jóvenes se han organizado para cruzar la cordillera de Los Andes, muchos en micro hacia algunas de las tres ciudades chilenas en las que estará Francisco, explicó Mariano García, coordinador nacional del Ministerio de la Juventud en la Argentina

Decenas de miles de argentinos ya comenzaron a viajar hacia el vecino país. Más de 40.000 jóvenes se han organizado para cruzar la cordillera de Los Andes, muchos en micro hacia algunas de las tres ciudades chilenas en las que estará Francisco, explicó Mariano García, coordinador nacional del Ministerio de la Juventud en  la Argentina. 

El Gobierno nacional pidió “mucha paciencia” a quienes crucen la frontera con Chile para ver al Papa, al considerar que será un proceso “muy complejo” debido al “aluvión de gente” que se espera. Por su parte, la Iglesia católica consideró “un poco doloroso” que el Pontífice no visite su tierra natal como parte de la gira. Jorge Oesterheld, portavoz de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), señaló que a los argentinos les “cuesta digerir” que el jefe de la Iglesia católica no visite el país, pero instó a sus compatriotas a “tener confianza” porque, “en cuanto él pueda” viajará a Argentina. “Está esperando el momento. Tiene una agenda complicada”, explicó. 

Francisco estará entre el 15 y el 21 de enero en Chile y Perú, donde escuchará los problemas que afectan a los pueblos indígenas, como las reivindicaciones de los mapuches en Chile. A partir de esto, los atentados a las iglesias cometidos ayer acrecientan el debate sobre el tema. 

Además, el Papa lanzará su llamamiento para la defensa del medioambiente desde el umbral de la Amazonia. Se trata de una visita en la que Francisco también tendrá que lidiar con algunos problemas de las iglesias locales, como los casos de abusos sexuales en la diócesis 

chilena de Osorno o la petición de prisión al fundador de la organización católica peruana Sodalicio de Vida, que el Pontífice intervino días atrás después de recibir denuncias de abusos. 

Palabras autorizadas

Eduardo Lorenzo

Párroco de la Inmaculada Madre de Dios en Gonnet 

“Toda región sin duda es beneficiada con la visita de un gran constructor de la paz, del entendimiento, del equilibrio, como en este caso es el Papa Francisco. Creo que siempre la llegada de personas como el Santo Padre sin duda fortalece al pueblo y hace bien a la gente, que es lo que nos está faltando, que nos hagan bien, que nos acaricien el alma. El Papa hace visitas pastorales, como era común en los apóstoles y principalmente en San Pedro, que iba a visitar comunidades para confirmarlas en la fe y decirles muchachos, van por el buen camino, adelante.

Francisco les va a dar un abrazo paternal, eso hace cuando visita un país, confirma la fe. Claro que la pregunta que subyace en esto es por qué no viene a la Argentina. Todos lo preguntan, y la verdad es que no lo sé. Sí estoy convencido, en esto me la juego entero, de que busca el bien de la Argentina y, si no viene, es por algo. Seguramente va a venir, porque viaja con pasaporte argentino, ama a su pueblo y es un argentino con mayúsculas, que fue elegido por Dios para semejante misión. 

No viene porque él no cree oportuno hacerlo ahora. Verdaderamente no importa, él siempre está con nosotros, aunque sé que hay un sentimiento por parte de mucha gente de dolor, porque lo van a ver pasar por arriba y no aterrizar, como dijo un representante de la Conferencia Episcopal. El Papa es el fiel representante de los pobres, de los que menos tienen, de los marginados y equivocados, y como cristiano estoy orgulloso de que así sea”. 

“El Santo Padre tiene un interés muy claro por nuestra región”

José María “Pepe” Di Paola

Párroco de San Juan Bosco, en Villa La Cárcova

“Me parece que la visita del Papa a Chile es importante porque Francisco tiene un mensaje planetario. Realmente creo que el Santo Padre tiene un interés muy claro en nuestra región, en América Latina, y entonces este recorrido que está haciendo, que comenzó en Brasil y siguió por Ecuador, Bolivia y Paraguay, es en buena hora. Los ataque sufridos en algunas iglesias chilenas los tenemos que rechazar, hay que rechazar la violencia, la falta de respeto a los lugares religiosos, sean de la religión que sean. 

Un ataque a una iglesia es un ataque a un sitio espiritual para mucha gente, pero lo importante es que eso no va a opacar que haya millones de personas queriendo ver al Papa y escuchar su mensaje. Generalmente estas agresiones se caracterizan por ser de minorías violentas, de distintos colores ideológicos, que a veces ni saben de dónde vienen tampoco. 

Creo que está completando su mapa latinoamericano y en algún momento nos tocará a nosotros. Francisco habla todos los días y tendríamos que escuchar más lo que dice, lo que predica, cuáles son los temas, su ministerio y su palabra alentadora. Esa es la mejor forma de conocerlo, porque ninguna persona puede sintetizarlo. 

La visita de Francisco al vecino país servirá, primero, para fortalecer el espíritu de la iglesia chilena, lo que me parece muy importante. En un segundo lugar, para dar un mensaje alentador a América Latina, orientado a la promoción del hombre, del ser humano, un mensaje que nos habla de basar la vida, la economía y la política en el Evangelio y no en recetas que traen hambre, violencia e individualismo”.

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