Aduana: negociados a cualquier precio
La llegada de Guillermo Michel a esa repartición, un funcionario ligado a Ricardo Echegaray de oscuros antecedentes, genera controversia. Narcotráfico, piratería del asfalto y persecución a críticos y opositores
¿Qué puede llevar a que la Aduana, que debería ser un lugar estratégico del Estado para combatir el contrabando y el narcotráfico, termine en manos de un funcionario con prontuario y pesados antecedentes que lo relacionan, directa o indirectamente, con servicios de Inteligencia, exportación de cocaína escondida en carbón vegetal y piratas del asfalto?
Hay dos razones, que forman parte intrínseca de la forma de hacer política del kircherismo, que podrían arrojar algún tipo de explicación: el dinero y la desesperación por mantener el poder a cualquier precio. Ambos factores están estrechamente relacionados ya que, a medida que el gobierno se acerca a su final, se va diluyendo su poder y los funcionarios corruptos no pueden hacer dinero tan fácil con sus negociados. Sin poder, a su vez, se hace cuesta arriba garantizar impunidad y evitar terminar tras las rejas.
A partir de este contexto debe entenderse la designación de Guillermo Michel, el flamante titular de la dirección de Aduanas, que es mucho más que un simple colaborador del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Arrastra un extenso prontuario político y ahora muchos de los que transitan por los pasillos del organismo recaudador afirman que, con su nueva función, Michel pasará a manejar información superior en cantidad y calidad respecto a la que actualmente disponen los servicios de inteligencia. De esta manera, podría profundizar lo que mejor sabe hacer: orquestar operaciones y aprietes contra jueces, empresarios y periodistas independientes, que se atreven a cuestionar y denunciar públicamente al gobierno nacional. Recordemos que cuando Michel era subdirector general de Coordinación Institucional de la AFIP, cargo que ahora está vacante, fue sindicato por haber orquestado los aprietes a integrantes de la Corte Suprema, como así también al diario Hoy y al diario Clarín.
Lo que llama poderosamente la atención es que, en la recta final de su gestión, al kirchnerismo no le tiembla la mano para darle este poder a un personaje que, si viviéramos en un país con una auténtica división de poderes, hace rato debería haber dejado la función pública para estar sentado en el banquillo de los acusados.
En rigor, tal como lo viene informando Hoy, la confianza que le tiene Echegaray a Michel –un experto en paraísos fiscales y en la conformación de empresas fantasmas- es porque también sería uno de los principales arquitectos de sus negocios oscuros, entre ellos los nexos con el ex pirata del asfalto Jorge Lambiris.
Lambiris es un empresario uruguayo que dice ser despachante de Aduanas y, a través de testaferros, manejaría una porción más que importante del millonario negocio de los depósitos fiscales en la Argentina. Además, estaría estrechamente vinculado con una operación inmobiliaria millonaria que tendría pensado hacer Echegaray en el vecino de país.
Para entender esta red de complicidades es necesario detenerse en la abogada Ana Cristina Palesa y en la escribana Sara Hurovich, quienes rubricando varias empresas de Michel y también aparecen en distintas sociedades comerciales de Lambiris. De hecho, en su momento, el entrerriano sería el encargado desde hace años de blanquearle el dinero al uruguayo y habría sido designado en la AFIP por recomendación expresa del ex pirata del asfalto que, como se recordará, mantiene una relación tan estrecha con Echegaray que hasta compartieron sus vacaciones, en Río de Janeiro, durante el año pasado. También habrían hecho un viaje a Emiratos Arabes.
Eso no es todo: al seguir el accionar de la abogada Palesa en los últimos años, llegamos a numerosos empresas que también llevan la firma de esta letrada y que están integradas por un narcotraficante. Nos referimos, concretamente, al abogado Carlos Alberto Salvatore, quien actualmente se encuentra preso en el penal de Ezeiza acusado de haber participado en el escándalo conocido como “carbón blanco”: el tráfico de cocaína a Europa escondida en carbón vegetal.
Los expertos en narcotráfico suelen afirmar que para que este flagelo pueda desarrollarse se requiere, necesariamente, que los controles no funcionen. Y la Aduana, desde hace tiempo, parece cumplir con ese requisito al punto que, según un informe de la Auditoria General de la Nación, en Santiago del Estero, lugar desde sale gran parte del carbón vegetal del país, ni siquiera hay la cantidad de perros necesaria para detectar estupefacientes.
Difícilmente un personaje como Michel pueda aportar alguna solución. Por el contrario, los antecedentes de este contador constituyen la mejor garantía para los mercaderes de la muerte de que seguirán teniendo territorio liberado.
Servicios y cheques voladores
A su vez, la red de empresas fantasmas del narcotraficante Salvatore también habría sido utilizada por agentes de la ex SIDE. A saber: en el directorio de la empresa periodística Online 911 aparece, junto a Salvatore, Marcelo Said, quien integraría los servicios de Inteligencia de nuestro país. Otro dato por demás llamativo es que las empresas de Salvatore, además, emitieron 105 cheques voladores entre los años 2012 y 2014, figurando en rojo en los registros del Banco Central.