Alerta máxima por la desaparición de las PyMEs

Por la inflación, los tarifazos en servicios públicos y la caída en las ventas, entre otras causas, muchas cerraron o despidieron empleados. Así lo aseguró la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires; la situación fue ratificada por referentes platenses y bonaerenses del sector

"Liquidación por cierre”. En letras grandes y blancas, esa leyenda comienza a ser habitual en los escaparates de los comercios de la provincia. En La Plata, basta con caminar por calle 12 para advertir ese paisaje.

“Como en el resto del país, aquí vemos con preocupación la situación recesiva, el cierre de muchos comercios u otros que resisten como pueden, aún trabajando a pérdida”, le aseguró a Hoy el gerente de la Cámara de Comercio e Industria de La Plata, Diego Piancazzo, quien añadió que “en el caso de las PyMEs locales, recortan personal, achican gastos y producen menos para subsistir”.

Lo dicho por el referente de los comerciantes está en sintonía con el crudo diagnóstico denunciado ayer por la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (FECIBA), que detalló que, en apenas cinco meses, se fundieron el 10% de las PyMEs. Las causas, entre otras, son la inflación, los tarifazos en servicios públicos, la alta carga impositiva, la apertura indiscriminada de importaciones y la caída en las ventas, en tiempos en que el poder adquisitivo se deshace como arena entre los dedos.

Ese organismo distinguió que, mientras un 4,4% cerraron sus puertas, otro 5,6% sigue en pie pero con una producción mínima y un plantel de trabajadores reducido.

Para Piancazzo, “la situación es delicada si se repara en el hecho de que una PyME cuenta con más recursos que un comercio, pero así y todo no puede escaparle a la coyuntura”, y alertó: “Pensemos en lo que sucede con aquellos comerciantes que tienen sus negocios parados,  porque se incrementaron sus costos e, indefectiblemente, eso se traslada a precios, lo que a su vez retrae todavía más el consumo. La situación es muy difícil: se debaten entre aumentar y trabajar menos, o no hacerlo y perder rentabilidad”.

Pero La Plata es apenas una punta en el iceberg de la crisis que el gobierno de Mauricio Macri profundizó desde la devaluación del 16 de diciembre pasado; con una inflación que, según consultoras privadas, ya es del 42,2% interanual; y mientras se suceden despidos a granel.  En este contexto, el secretario de prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lourenzo, le confirmó a nuestro diario que ya van cuatro meses consecutivos de caída en las ventas, con una baja del 4,8% respecto al primer cuatrimestre de 2015, mientras que en abril, el consumo se retrajo un 6,6%.

“Lo que más preocupa es que mayo va a ser peor por el impacto final de los tarifazos y la merma del poder adquisitivo”, aseveró Lourenzo, y tiró un panorama desolador: “El primer semestre está perdido, todos los rubros están para atrás (Ver recuadro). Nadie preveía esto; nadie esperaba un ajuste que pudiese quitar tanto poder de consumo”.

En este contexto, el también vicepresidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) aseguró que las PyMEs hacen lo imposible “por no despedir; reducen costos; y se abastecen con stocks mínimos”.

La esperanza, aseguró, está puesta en el último trimestre del año, en la fecha cercana a las fiestas, cuando generalmente repuntan las ventas, “aunque difícilmente se pueda recuperar lo que se perdió en estos meses. Todo dependerá de que se reactive la economía, no haya más aumentos y baje la inflación”.

Y así lo promete el macrismo para el segundo semestre, fecha en que -insiste el relato- se reflejará el postergado “cambio”, ese slogan de campaña en cuyo nombre se agravó la crisis y el número de pobres ya ascendió a 13 millones.

“Necesitamos un plan económico integral”

Por Raúl Lamacchia (Presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA)
Especial para Hoy

La situación es muy compleja. Tenemos un mercado recesivo, una disminución del consumo fenomenal desde hace cuatro meses.

Todas las cámaras empresariales de la provincia hablan de lo difícil que es sobrellevar esta coyuntura, tras la devaluación, los ajustes tarifarios, el incremento en todos los costos y, en efecto, la preocupante pérdida de rentabilidad.

Si bien el gobierno anunció una serie de medidas que son bienvenidas, sigue existiendo la inquietud en torno a la evolución del mercado interno, que es el desafío del futuro.

Al disminuir el poder adquisitivo de la gente, cayeron estrepitosamente las ventas y hay muchos pequeños empresarios y comerciantes que no aguantan, que sufren más que otros y se ven obligados a cerrar.

Otros locales se empiezan a desocupar, la gente deja la venta presencial con negocios en la vía pública para pasar al comercio electrónico, porque los alquileres y costos fijos inciden de una manera muy fuerte.

Necesitamos un plan económico integral capaz de bajar la inflación, de reactivar el consumo y programas que atiendan la emergencia laboral, que no tiene que ver con la prohibición de despidos, sino con darle asistencia a las empresas, atenuarle las cargas sociales y los aportes patronales por un período que le permita afrontar el ajuste.

Noticias Relacionadas