Alertan por el crecimiento de la precarización laboral
Según una investigación detallada, la “fragilidad laboral” creció casi 10 puntos en un año. Los jóvenes son el sector más afectado.
Si bien el desempleo no se disparó a dos dígitos con el modelo económico de Javier Milei y Luis Caputo (pasó del 5,7% en el cuarto trimestre del 2023 al 7,9% en el primer trimestre del 2025), se profundizó tanto la flexibilización laboral como las desigualdades estructurales en el mercado laboral. Así lo relevó una prestigioso informe.
Fragilidad laboral
El Centro de Innovación de las Trabajadoras y los Trabajadores (Citra), dependiente del Conicet y la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), realizó una detallada investigación y elaboró el Índice de Fragilidad Laboral (IFL). El mismo arrojó una cifra de 37,2% en 2024, lo que ratifica la tendencia creciente desde el 2018. Solo quedó apenas por detrás del 2020, año de la pandemia (40,4%).
Cabe aclarar que el índice sintetiza tres dimensiones: déficit de empleo (cantidad de puestos de trabajo), precariedad laboral (calidad de los puestos disponibles) y pobreza e ingresos (poder de compra de los ingresos familiares en relación con la línea de pobreza y su distribución).
En este camino, el informe advirtió “un deterioro generalizado en la situación laboral en Argentina” sobre el final del 2024. En lo concreto, el Déficit del Empleo se ubicó en 11,7% lo que muestra “un empeoramiento en términos de acceso insuficiente al empleo y a la estabilidad”.
Precarización laboral
A su vez la proporción de personas ocupadas en condiciones laborales precarias alcanzó el 52,4% en 2024. Esta cifra representa un incremento de 3,9% e implica que más de la mitad de la población ocupada se desempeña en empleos sin acceso a derechos laborales.
Al respecto, el indicador busca dar cuenta de la distancia entre las condiciones deseables del mercado de trabajo y las realmente vigentes, considerando que no sólo importa contar con empleos suficientes para la población activa, sino también que cumplan con las normas legales y sean capaces de brindar a las y los trabajadores y sus familias los ingresos necesarios para acceder a condiciones dignas de vida.
Los jóvenes, los más golpeados
Un dato que fue advertido por Citra es que el Índice de Fragilidad Laboral arrojó su mayor incremento en la población joven: creció del 42,5% al 45,6%, un 3,1% en un año.
Si se analiza cada variable en particular se detecta el Déficit de Empleo presentó un aumento en la población joven, pasando de 35,7% a 36,4%, lo que confirma su “elevada vulnerabilidad estructural frente al empleo insuficiente”. Los varones jóvenes pasaron de 31,0% a 32,4%. A su vez, entre las mujeres jóvenes, aunque el indicador se mantuvo estable (de 41,8% a 41,4%), continúan siendo el grupo con el nivel más alto.
En cuanto a la precariedad laboral, si bien es un problema transversal a la población en su conjunto, lo cierto es que los jóvenes son los más afectados: el indicador creció de 48% a 56%. “La precarización del empleo sigue mostrando una tendencia que afecta con especial intensidad entre jóvenes y mujeres mientras se consolida como un problema estructural en el mundo del trabajo”, concluyó el informe.
