“Argentina tiene como política de Estado el fortalecimiento de su Servicio Exterior”

El canciller Santiago Cafiero destacó ayer que “Argentina tiene como política de Estado el fortalecimiento del Servicio Exterior de la Nación”, al encabezar en el Palacio San Martín el acto oficial de conmemoración por el Día del Diplomático y la Diplomática.

Durante el acto, el canciller elogió la labor de los representantes del Servicio Exterior de la Nación por “la creatividad y el sostenimiento de los valores” demostrados “cuando defienden los intereses nacionales en el mundo”.

El canciller resaltó además el “trabajo silencioso” de la tarea consular, “que casi nunca aparece en los diarios”, para luego describir: “Ese abrazo que se da en el extranjero cuando una familia sufre, es un abrazo incalculable. Es la presencia de los argentinos, de sus vecinos, de su pueblo, acompañando a esa familia que está sufriendo y padeciendo”.

En otro tramo de su discurso, se refirió a los desafíos asumidos por la diplomacia argentina en lo comercial y económico en medio de la crisis global marcada por la pandemia y la guerra en Ucrania.

“Nos han tocado tiempos complejos y desafiantes, que han variado desde la repatriación de nacionales en épocas de pandemia hasta las tareas que hemos tenido que hacer para el visado humanitario por una guerra en el corazón de Europa”, reseñó.

También mencionó la participación argentina en cuestiones vinculadas a la tarea de la Agencia de Ayuda Humanitaria Cascos Blancos, como por ejemplo, en los terremotos de Turquía y Siria, y la actual asistencia al pueblo de Marruecos.

Entre esos pilares, mencionó la defensa irrestricta de los derechos humanos en todo el mundo y la cuestión Malvinas.

“El reclamo de soberanía de todo nuestro territorio. La denuncia a la violación del principio de integridad territorial de nuestro país: no tengo que pedirle a nadie de los que están aquí que lean la Constitución, de que esto es un mandato constitucional. Todos lo saben”, indicó.

Asimismo, Cafiero reivindicó la política exterior “amistosa, realista y digna” del Gobierno nacional, propia de “un país que no le gusta que lo señalen, que no le gusta que le digan lo que tiene que hacer, un país que se revela en el concierto del mundo y se planta y dice lo que tiene que decir”.