Del impacto de la sequía a los primeros signos de recuperación en la Provincia

El sector agropecuario bonaerense atravesó en el último año una situación extraordinaria por las cuestiones climáticas y poco a poco el panorama empieza a mejorar. Los detalles del camino que transitó el área, entre asistencias y la ilusión de que lleguen las lluvias.

La sequía que afecta a todo el país genera, ademas de un impacto ambiental, un gran problema para la economía. Los productores agropecuarios requieren de la asistencia del Estado y, a su vez, levantan la vista hacia el cielo esperando a que lleguen las lluvias que tanto se hacen desear, pero que poco a poco quieren regresar.

En la Provincia de Buenos Aires, en el mes de mayo se declaró el estado de emergencia agropecuaria en 68 partidos, entre los que se incluyeron Lobos, Mercedes, Monte, Roque Pérez, Navarro, Suipacha, 9 de Julio, General Viamonte, Lincoln, Leandro N. Alem, General Rodríguez, Pergamino, Maipú, Ayacucho, Castelli, Dolores, General Guido, Rauch, Lezama, Tordillo y las Circunscripciones II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI y XII del Partido de Laprida.

Asimismo, la lista también incluye a los distritos de Marcos Paz, Cañuelas, General Belgrano, 25 de mayo, Las Flores, Arrecifes, Baradero, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Colón, Campana, Exaltación de la Cruz, General Arenales, Junín, Ramallo, Rojas, Salto, San Andrés de Giles, San Antonio de Areco, San Nicolás, San Pedro, Brandsen, Chascomús, General Las Heras, General Paz, La Plata, Luján, Magdalena, Pila, Punta Indio, San Vicente, Alberti, Bragado y Chivilcoy.

De esta manera, atendiendo la situación y buscando llevar un alivio al sector que se vio tan efectado por el fenómeno climático, que además impacta en todo el territorio nacional, el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense lanzó en julio un programa para asistir de manera económica a productores arrendatarios que estén “en emergencia y/o desastre agropecuario”.

Según explicó el titular del área, Javier Rodríguez, “es la primera vez que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lleva a cabo una acción de este tipo, destinada a beneficiar a las productoras y productores arrendatarios cuyas producciones se hayan visto afectadas por la emergencia”.

Al mismo tiempo, agregó: “El programa busca brindar una asistencia económica a los productores arrendatarios de la Provincia, en forma segmen­tada según la escala y hasta un tope máximo de hectáreas en producción. La misma será similar a los beneficios que obtiene de la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA) un productor propietario”.

A su vez, buscando poner el foco en la importancia que tiene esta situación para millones de personas, señaló: “Entendemos y compartimos la mirada planteada por el Gobierno nacional en cuanto a que la sequía ha sido una condición, sin responsabilidades de ninguna especie, y que afecta negativamente a toda la producción y a toda la macroeconomía”.

“Esto marca la importancia y la signi­ficatividad que tiene esta condición climática y, por su­puesto, estamos muy activos como Ministerio trabajando con distintas herramientas de la emergencia, y de financiamiento para acompañar a los productores en esta situación”, agregó el funcionario.

Una situación excepcional

Pese a que la Provincia de Buenos Aires es una de las grandes afectadas por esta situación, el problema se da en todo el país y las expectativas de que mejore el panorama fueron bajando con en el correr de los días y los meses. En el mes de enero, el ministro Rodríguez había adelantado que esto era algo atípico.

“Desde el segundo trimestre del año el nivel de precipitaciones estuvo por debajo de los promedios históricos, constituyéndose un ciclo de sequía de carácter excepcional”, expresó el hombre respecto al 2022. En tanto, en ese sentido, confió en que “los pronósticos estiman que la situación debería estabilizarse y tener mayor normalidad para el mes de febrero y marzo. Así que hay que seguir la afectación de los cultivos de verano”.

Sin embargo, esto no se dio como era de esperarse y el panorama se fue complicando cada vez más. En tanto, mientras tanto el problema se siguió agrandando y en ese aspecto los ministros nacionales también se hicieron eco de la situación tomando cartas en el asunto.

En ese aspecto, hace pocos días, el titular del área de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, sostuvo que el Gobierno nacional asistió a 16.700 productores con 24.000 millones de pesos para paliar los efectos de la histórica sequía y aseguró: “Desde hace un año a la fecha, hemos llegado directamente a la cuenta corriente de todos los afectados”.

Asimismo, detalló que la iniciativa se enmarca en la ley de Emergencia Agropecuarias, con la cual se busca “prevenir y/o mitigar los daños causados por factores climáticos, meteorológicos, telúricos, biológicos o físicos, que afecten significativamente la producción y/o la capacidad de producción agropecuaria, poniendo en riesgo de continuidad a las explotaciones familiares o empresariales, afectando directa o indirectamente a las comunidades rurales”.

El reflejo en la economía y la lenta recuperación

En el mayor aspecto en que se vio reflejado el impacto de la sequía fue en la cuestión económica para el país, sin embargo, en la Provincia de Buenos Aires el desarrollo no se detuvo y los datos hablan por sí solos. Es el caso de los datos de las exportaciones del mes de julio, cuando se informó que las mismas superaron los 2.400 millones de dólares.

Además, el primer trimestre del 2023 fue el mejor desde el año 2018. Sin embargo, el mal resultado por la situación se vio en el análisis de las exportaciones interanual, cuando se destacó que cayeron un 29,8 %.

Sin embargo, en los últimos días se comenzó a hablar de una lenta pero buena recuperación, y fue el ministro de Hacienda y Finanzas de la Provincia de Buenos Aires, Pablo López, quien, a través de sus redes sociales, expresó: “¡La actividad económica sigue dando buenas señales! En julio, el indicador nacional de actividad creció 2,4 % en relación al mes anterior. Además, si bien el indicador registró una merma interanual, al aislar el efecto sequía acumula un crecimiento de 1 % en los 7 meses del año”.

“Como venimos señalando, el agro bonaerense (que explica el 40 % de la actividad a nivel nacional) está dando los primeros signos de recuperación. Superada la sequía, existen condiciones reales para un nuevo ciclo virtuoso en la economía nacional”, agregó el funcionario al celebrar estos datos.

Mientras tanto, con la llegada del fenómeno del niño, se espera que el alivio se siga extendiendo en el tiempo y las problématicas del secor, que es el motor de la economía, queden en un oscuro pasado.

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