Asambleas de inundados llevaron sus reclamos a la Gobernación

Bajo el lema “Todos somos inundados”, un nutrido grupo de vecinos platenses se manifestó ayer frente a la Gobernación bonaerense. 

Es que, a tres años y medio de la trágica inundación del 2 de abril de 2013, sienten que las autoridades no les resolvieron “nada”, por lo que continúan reclamando “justicia, subsidios y obras”.

“Venimos desde distintas asambleas, organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles a exigirle una audiencia urgente a la gobernadora María Eugenia Vidal, para poder expresarle la problemática que atravesamos, porque las obras que se tienen que hacer son importantes y están detenidas”, afirmaron los inundados a Hoy.

De hecho, esto fue reflejado por este diario en su edición de ayer, en el informe titulado “Alarmante retraso en el inicio de las obras” que debería haber ejecutado este año el Ministerio de Infraestructura bonaerense. Entre otras irregularidades, allí se detalló que, en materia hidráulica, se gastaron apenas $279 millones de los más de $2.257 millones presupuestados, es decir que se destinó apenas un 12,36% del total para prevenir catástrofes naturales. En tanto que el departamento de Control de Inundaciones sufrió la misma desidia: se aplicó solo el 11,93% de lo previsto originalmente en el presupuesto.

Frente a la Gobernación, los daminificados dieron testimonio de ese sufrimiento en carne propia: “La gobernadora tiene que saber la problemática que se vive. Ellos (por los ministros) ven solo el problema parcial y nosotros les estamos pidiendo que el tema se trate de manera integral, para no tener otro 2 de abril”.

“Nos preocupa que las obras estén paralizadas”, insistieron, y citaron el caso del arroyo El Gato: “Nos anoticiamos que se planea acortar un tramo previsto de los trabajos. De un ancho de 40 metros, lo quieren llevar a 30. Oficialmente no dan respuesta, pero la situación es porque hay vecinos que no se quieren relocalizar. Esto demuestra lo falso que fue el relevamiento que se llevó a cabo en su momento para poder hacer las viviendas que se están haciendo ahora. A tres años y medio de la tragedia, vemos con tristeza que se está haciendo todo mal”.

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