El impacto en los precios para las Fiestas
Aumentos de hasta un 55% en los artículos de la canasta navideña
Los precios de los productos para las fiestas tuvieron un incremento significativo en los supermercados y negocios de la región con respecto al año pasado. Garrapiñadas y adornos encabezan la lista. Un cierre de 2016 con un fuerte golpe al bolsillo de los consumidores
Navidad, época festiva por excelencia, se ha transformado en los últimos años en una especie de karma para los argentinos, ya que los productos típicos para estas fiestas, donde sale a flote lo mejor del espíritu humano, no cesan de aumentar en su precio, producto directo del problema inflacionario que sufre el país.
De acuerdo a un relevamiento hecho por diario Hoy en almacenes, negocios y supermercados de la región, los artículos de la canasta navideña llegan este año con aumentos de hasta el 55% en relación al año pasado, complicando aún más las delgadas billeteras de los ciudadanos.
Las subas se dan dentro de un marco recesivo de la economía que ha llevado a que el consumo disminuyera en forma drástica en lo que va de 2016. El desgaste económico, a pesar de haberse desacelerado (en algunos de sus números) en los últimos meses, todavía no ha alcanzado para reflejar índices positivos en la vida diaria, complicando el malogrado bolsillo de los consumidores.
Subas, al por mayor
Un recorrido realizado por este diario por los principales negocios del Gran La Plata dejó en claro que esta tendencia alcista se incrementa con el correr de las horas, alcanzando grandes niveles. Así, por ejemplo, se pudo constatar que un producto tradicional como la garrapiñada creció de un año a otro nada menos que un 55%, pasando de los 13 a los 20 pesos su paquete de cien gramos. En tanto, una lata de ananá de 820 gramos pasó en apenas 12 meses a valer un 50% más: subió de los 50 a los 75 pesos.
Idéntica situación puede observarse en otros artículos como los adornos navideños y las guirnaldas, que aumentaron un 53 y un 45 por ciento respectivamente su valor. Lo mismo sucede con otros productos característicos para las fiestas, como son los siguientes casos: juguetes (48%), pollo (47%), budines (46%), sidra (42%), champagne (41%), pan dulce (40%), turrones de maní (37%) y ananá fizz (35%).
En diálogo con este medio, el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, señaló: “Lo que se vive en la ciudad de La Plata se puede ver en otros grandes centros urbanos del país, donde los precios de la canasta básica navideña han aumentado notablemente con respecto a lo que vivíamos el año pasado, causando un cuantioso daño a los bolsillos de los argentinos, que ven de esta manera mermada su capacidad de consumo en una fiesta tan importante como la Navidad”.
El referente de los consumidores agregó: “Hemos observado en los últimos años que los supermercados han aprovechado la incertidumbre económica para acrecentar sus ganancias, trasladando todo a los productos de venta. En comparación con otras ciudades del Interior, los platenses pagan más caro muchos artículos”.
“A eso se le suma la baja calidad y cantidad de los artículos. Los negocios modifican la cantidad de gramos y de centímetros cúbicos de los productos; los reducen, lo que implica un aumento encubierto de precios, ya que pagamos más por una menor cantidad”, resaltó Polino.
En este marco, los platenses esperan un fin de año complicado en materia de precios, con aumentos considerables en la mayoría de los productos navideños, lo que motivará que los arbolitos de Navidad tengan escasa compañía.
Aumentos en números
Juguetes 48%
Pollo 47%
Garrapiñadas 55%
Guirnaldas 45%
Adornos 53%
Sidra 42 %
Lata de ananá 50%
Pan dulce 40%
“Han ganado terreno las terceras marcas”
La inflación, que no da tregua, es uno de los problemas cotidianos a los que todavía el gobierno de Cambiemos no ha podido dar solución, sin lograr encontrar las medidas necesarias para disminuir su impacto en la sociedad.
Esta situación se manifiesta plenamente en la época navideña, cuando los precios se disparan. Claudio Boada, titular de la Unión de Usuarios y Consumidores, le dijo a este medio que “habrá una contracción en el consumo, una elección de segundas y terceras marcas, se dará prioridad a productos de menor calidad”.
En ese sentido, destacó que “los que antes compraban turrones de almendra ahora van a comprar turrones de maní. Los regalos para los chicos serán moderados”.
En la misma dirección, indicó: “Han ganado terreno las terceras marcas. Cuando los sectores medios se acomodan a las restricciones surge un problema para los sectores vulnerables, que deben elegir entre gastar en comida o en pagar las boletas. De esta forma, cae la calidad de los alimentos, entre otras consecuencias”.