Azul: a dos años de la toma de la fábrica siguen sin trabajar y con trabas

El pasado sábado se cumplieron exactamente dos años de la lucha de 13 trabajadores que tomaron la fábrica Papelera Azuleña S.A. Un grupo de almas que no se resignó a perder su fuente de trabajo y se convirtió en un ejemplo de cooperación que ya tiene delante suyo la etapa de la reactivación tan anhelada.

El sábado hubo un festival benéfico con reconocidos artistas de dicha ciudad, donde se renovaron fuerzas y compromiso luego de la quiebra de hace 24 meses, con numerosas trabas que emergen frente a los ojos de estos incansables e insacudibles vecinos azuleños, con las ansias de progreso que no las “traba” ningún ser humano ni papelito. Elisen Pereyra, uno de los referentes, fue entrevistado por el semanario Nuevo Ciudadano.

Repasó aquellos tiempos cuando se les adeudaba varios meses de sueldo, aguinaldos y vacaciones, y tras no recibir respuesta de la patronal, se organizaron en una Cooperativa de Trabajo.

Primero le pidieron al dueño del predio que les alquilara un lugar dentro de la Industria, para seguir con la producción de manera autogestionada. Pero el dueño les rechazó el pedido por estar vigente el contrato con los locatarios anteriores. Posteriormente, el juez Juan Carlos Tato dictaminó que venció el contrato, lo que les permitirá reconectar el servicio de gas que, junto con el servicio eléctrico brindado por la CEAL (Cooperativa Eléctrica de Azul), daría el marco perfecto para la puesta en marcha. “Pero a pesar de los avances, todavía no tenemos el gas, que es lo único que nos falta para arrancar a trabajar”

Pereyra señaló lo bueno en medio de lo malo. “Hemos arreglado varias cosas, con fondos recaudados a través de festival, de las organizaciones y de la gente en general, con materia prima, con clientes que nos están esperando para comprar, pero ahora está faltando el gas… Nos han  trabado con esto, y no tenemos el apoyo político que deberíamos tener. Hay algunos intereses que hacen que aparezcan trabas”.

¿Cuál otra? Si bien el juez Tato dejó sin efecto un juicio que tenía la Papelera Azuleña S.A. con los dueños de la tierra, por lo cual la Cooperativa no podía obtener un contrato de alquiler ni de locación, surgió un problema nuevo que radica en las maquinarias de la fábrica. “Hoy ese juicio está sin efecto y lo que nos queda a nosotros es gestionar para tener un contrato de alquiler. Pero por otro lado Tato nos dice que hay unas máquinas que no pertenecen a los antigüos dueños de la fábrica sino a otras personas y éstos designarían al síndico como intermediario para que él vea y decida, si nos las presta o las alquila para que nosotros trabajemos”.

Van a la fábrica, se ausentan de la casa... Sin embargo, es grande el desgaste, el tiempo pesa, y pareciera vencerlos de a momentos. “Si no defenemos esta fuente de trabajo tenemos que morir haciendo changas, y no queremos planes sociales, queremos trabajar, hacer lo que sabemos hacer”.