Breitenstein busca desvincularse de la causa Astillero

El exministro de Producción negó haber cobrado varias veces los sueldos de 20 empleados ficticios en la empresa naval ubicada en Ensenada, tal como afirmó en sede judicial el expresidente de esa entidad, Héctor Scavuzzo. Dejó a Daniel Scioli mal parado 

El exministro de Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, negó ayer estar comprometido en la causa que investiga la Justicia platense por una presunta defraudación millonaria en el Astillero Río Santiago, con contratos de personas cuyos datos eran utilizados para el cobro de haberes, aunque no trabajaban ni sabían que figuraban como empleados de esa empresa.

El descargo del exfuncionario sciolista se da tras la acusación que recibió por parte del expresidente de Astillero Río Santiago (ARS), Héctor Scavuzzo, quien, como adelantó este medio, presentó un escrito ante el fiscal de delitos complejos, Jorge Paolini, con una ampliatoria de su declaración indagatoria en la que afirma que había formalizado “unos 20 contratos por pedido ex­preso del exministro de Producción, Cristian Breitenstein”.

El imputado acotó que el propio ministro de Producción de Scioli habría ido “en varias oportunidades” hasta la Dirección de Pagos de Sueldos y Jornales del Astillero supuestamente para cobrar los haberes de las personas que habían sido designadas por su pedido.

“Él (en alusión a Breitenstein) me pidió que los nombre en Astillero, pero nunca supe dónde trabajaban”, admitió en su escrito Scavuzzo, quien adjuntó un listado con los nombres de esas personas.

Breitenstein, en tanto, emitió ayer un comunicado en el que manifestó sentirse profundamente apenado por el hecho de que “luego de cuatro años de iniciarse una investigación, y un año después de dejar la función pública, se me involucre en una causa donde nada tengo que ver”.

“He estado ocupando cargos de concejal a ministro durante casi 20 años y no he tenido ninguna causa penal en mi contra”, afirmó, e indicó que en su función como ministro de Producción, Ciencia y Tecnología estaban bajo su órbita las áreas de Industria, Minería, Comercio, Ciencia y Tecnología, Relaciones Internacionales, Pymes, Puertos, Fogaba y Astillero Río Santiago.

“Estos dos últimos, con absoluta independencia funcional. Es decir, yo no los administraba. Para ser más claro, ambos tenían su presidente, su directorio (en el caso de Fogaba) y su propia estructura administrativa independiente del Ministerio”, recalcó.

“Yo no tenía firma en esos ámbitos (con algunas excepciones muy particulares) y sus presidentes eran designados por el gobernador”, aseveró. Y enfatizó: “No tuve la menor injerencia en la administración del día a día en esos lugares y menos aún firmé contratos ni dispuse movimientos de dinero ni retiré ni mandé a retirar recurso alguno”.

“ARS es una empresa que percibe recursos del Estado y de los privados y tiene un régimen de contratación de la actividad privada que tiene rotación de personal, y en algunos casos se requiere de gente por cortos plazos”, manifestó.

El exministro resaltó luego: “Por lo que se me ha comentado de la declaración de Scavuzzo, de ninguna manera ha reconocido ilícito alguno de su parte o de la mía, siendo los hechos a los que alude motivo de prueba e investigación”.

Breitenstein señaló que ayer sus abogados concurrieron a la Fiscalía para informar que se encuentra a disposición para lo que se lo requiera y lamentó “profundamente esta situación”.

El fiscal acreditó 95 empleados ficticios

La millonaria defraudación en el Astillero Río Santiago es investigada por el fiscal Jorge Paolini, titular de la UFI nº 8 de La Plata, y fue cometida entre 2012 y 2014, con la generación de legajos por contratos laborales de entre 30.000 y 40.000 pesos cada uno, a favor de personas que no tenían conocimiento de que se estaban utilizando sus datos personales para el cobro de esas sumas.

El caso se descubrió a fines de 2013, cuando una mujer quiso tramitar el cobro de la Asignación Universal por Hijo y se la negaron porque figuraba cobrando un sueldo en el Astillero Río Santiago. 

Por el hecho están imputados el expresidente de Astillero Río Santiago, Héctor Scavuzzo; el exjefe de Gabinete del Ministerio de Producción bonaerense, Omar Ombrosi, y otros exdirectivos del Astillero Río Santiago. En este último punto se hace referencia a Rodolfo Elisetch, quien se desempeñaba como coordinador de sueldos y jornales y personal superior; Oscar Edgardo Borcerio, exsecretario de presidencia de la empresa; y Julio Rubén Borovik, exgerente general.

Paolini, hasta el momento, acreditó la existencia de 95 empleados “truchos” y un desfalco de unos 16 millones de pesos. Y ahora, con las acusaciones de Scavuzzo, debe determinar si Breitenstein cometió el delito de peculado. Si eso ocurre, el exministro podría ser citado a declarar bajo indagatoria y quedaría involucrado en la causa.

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