Cimbronazo político en medio de las inundaciones

Producto de la crítica situación que vive la Provincia y tras los cuestionamientos opositores, el gobernador Daniel Scioli debió adelantar su regreso de Italia. Nuevos alertas meteorológicos reavivan el temor entre los más de 20 mil afectados. La insólita hipótesis del gobierno nacional

Otra vez el agua. Incontrolable, invasora, dañina. Las imágenes se repiten entre los más de 20 mil afectados, en 40 municipios bonaerenses, pero sobre todo en Luján, Salto, Mercedes y San Antonio de Areco.

Padres de familia a los que las piernas les han desaparecido debajo del lago en que se convirtieron las calles de su barrio, se resisten a que el agua les devore sus pertenencias y luchan contra la corriente; madres que desestiman lo material para sostener a sus hijos, los recuestan en su torso, que aún permanece seco, y se aferran a ellos como un ancla; pre-adolescentes que no le temen ni a un océano y chapotean, ríen, juegan con este imponderable que aceptan con naturalidad; y otros, ya resignados, sobre el techo de sus casas, miran el improvisado río que corre abajo, sin respetar cauces, fluyendo con cínica libertad, o alzan la vista al cielo, hacia las gotas que se avecinan. Se saben impotentes ante la inclemencia y entregan todo, menos el cuerpo.   

Pero el agua, nuevamente, causa estragos: físicos, materiales, emocionales. Y políticos.

Operación retorno
En medio de este panorama desolador, las evacuaciones y los alertas meteorológicos (con lluvias y una sudestada que se anunciaba inminente), el gobernador Daniel Scioli debió adelantar su regreso de Italia y arribar hoy a Buenos Aires.

Su retorno se da tras las críticas desatadas por su ausencia, según el comunicado oficial, para mantener un encuentro con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y realizar el tratamiento anual de su prótesis en el brazo derecho.

El itinerario romano, incluso, le valió al candidato presidencial del Frente para la Victoria (FpV) los cuestionamientos del intendente K de San Antonio de Areco, Francisco “Paco” Durañona, que tildó de “inoportuna” la actitud del gobernador, y afirmó que “uno siempre quiere que el Estado esté presente”.

Otra fue la actitud del inefable candidato a gobernador del FpV, Aníbal Fernández, que afirmó que “no conocía de su viaje”, y, en una hipótesis insólita, culpó a la siembra directa por las inundaciones: “La cantidad de agua que fluye hoy por la siembra directa hace que las tierras no drenen, que esto vaya a los ríos y los ríos se manifiesten en cantidades importantes de agua”.

Naufragio político

Desde la oposición, el jefe de gobierno porteño y candidato a presidente de Cambiemos, Mauricio Macri, anunció que los equipos de la Ciudad están a disposición de los intendentes bonaerenses para ofrecer ayuda a los damnificados. Además, se refirió a “cierta ausencia” del gobierno provincial.

En tanto, el Ministro de Asuntos Agrarios de la provincia, Alejandro Rodríguez, salió al cruce del alcalde porteño y aseguró que el viaje de Scioli “estaba planificado”. También alertó que “el Servicio Meteorológico anuncia que lloverá” hoy y mañana.

Con los ojos en el cielo

Ante el avance del agua, las rutas 5, 8, 14, 33 y 65 en el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe permanecían cortadas debido a las intensas precipitaciones (más de 230 milímetros en sólo dos días).

Al cierre de esta edición, en Salto y Luján, dos de las localidades más afectadas, se observaba una baja en el nivel del río, pero los vecinos mantenían los ojos fijos en el cielo, ante el temor de nuevas lluvias y por la anunciada sudestada con ráfagas de hasta 70 Km/h. El alerta meteorológico regía para distintas regiones del país, desde Formosa a Tierra del Fuego, y para la costa este bonaerense y en toda la zona costera del Río de la Plata, del delta bonaerense y del río Paraná.

Aunque el gobierno nacional justifique que “se hicieron obras, pero llovió muchísimo”, lo que hoy por hoy guía la vida de los inundados es el miedo, con la esperanza de que el agua baje. Y así aguardan; de pie, somnolientos, porque la lluvia les pudrió hasta las camas, y evidenció, otra vez, la fragilidad de un país impotente ante la furia de la naturaleza.
 
“El plan de contingencia es inexistente”

Especial para Hoy
Por Pablo Luchessi ( Especialista en Ingeniería Sanitaria)

 Si las inundaciones son recurrentes como lo son, lo primero que tendrían que tener desde el gobierno es un plan de contingencia adecuado, cosa que no hay, lo que es inoperancia pura del gobierno. Que en cada inundación lo único que funcione en las primeras 20 o 30 horas es la solidaridad de los vecinos y de los bomberos voluntarios locales, eso es falta de previsión e incapacidad política al no tener un plan de contingencia adecuado. Si cada dos años nos estamos inundando o cada 18 meses hay una inundación, lo que hay que tener es un plan de contingencia, que hoy lamentablemente es inexistente.

Hay que darle continuidad a las obras hidráulicas, y las obras hidráulicas en la provincia de Buenos Aires se hacen de a ratos, y después los recursos que se prevén para el saneamiento hídrico, vemos que se desperdician en otros gastos, tanto los recursos nacionales como los recursos de la provincia.

En la Argentina tenemos una dirigencia política de una mediocridad espantosa. La solución a estos hechos es abarcativa a más de un período de gobierno, entonces el egoísmo de los gobernantes, de no querer empezar obras que no serán ellos los que la inauguren, nos lleva a la situación que vivimos.

Las inundaciones son la muestra palmaria de la incapacidad de la dirigencia política para darle continuidad a un plan de gobierno. No buscan darle solución a un problema que afecta a cientos de miles de ciudadanos.

“Hay que encarar obras en forma urgente”

Especial para Hoy
* Por Pablo Romanazzi (Ingeniero hidráulico. Investigador de la UNLP)

 Las sucesivas administraciones lejos de aumentar los fondos destinados a prevenir las inundaciones, los han ido destruyendo. Lamentablemente desde la política se especula con este tema, entonces dicen “si hoy me inundé en cuánto me voy a volver a inundar”, entonces no se trabaja de la manera en que se debería trabajar para solucionar esto.

Para poder hacer algo contundente al corto plazo, lo mejor que se puede hacer es volver al sistema de monitoreo de los arroyos, de los ríos, tener un sistema de alerta temprana, hacer un modelo de contingencia para poder solucionar este tipo de cosas que estamos viendo, para de esa manera poder hacer algo útil en forma rápida para la población, invertir para el rescate y la evacuación en situaciones críticas.

Lo que faltan son obras de retención en la alta cuenca para tratar de ponerle un tope a las crecidas, para luego poder hacer en las cuencas medias y bajas obras de canalizaciones con algún tipo de terraplén de protección. Lo que hay que hacer es encarar obras en forma urgente, encarar planes de corrección.

Noticias Relacionadas