Triple crimen y fuga

Claves de la crisis política y de una búsqueda inconducente

1- Es un hecho que los hermanos Lanatta y Schilacci tuvieron una gran red de apoyo en el Servicio Penitenciario y en las fuerzas de Seguridad. De lo contrario no se explica por qué se permitió que los tres hayan estado alojados en el mismo Penal y, a su vez, que también hayan estado al mismo tiempo en la enfermería de la cárcel, el lugar más vulnerable de la cárcel. Hubo zona liberada en la cárcel como así también en los caminos que transitaron para fugarse.  

2- Ayer quedó demostrado que el Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Cristian Ritondo, y la Policía Bonaerense, bajo la conducción de Pablo Bressi, estrechamente ligado con el sciolismo, fueron desplazados y tienen poco que ver en la búsqueda de los prófugos. Ritondo es acusado, por propios sectores del macrismo, de haber hecho un pacto con Alejandro Granados, su antecesor del gobierno sciolista, y con la plana mayor de la Bonaerense que estuvo en funciones hasta el 10 de diciembre. Bressi fue superintendente de Drogas Ilícitas durante la gestión de Granados y cerca de la gobernadora María Eugenia Vidal ahora se escudan en que lo designaron como jefe de la fuerza tras una supuesta recomendación de la DEA, algo que a esta altura resulta incomprobable.

3- Se plantaron un sinnúmero de pistas falsas, que se derrumbaron como un castillo de naipes como fue la inverosímil versión de que a los prófugos se los habría visto comprando en una verdulería. Ni siquiera está comprobado que hayan sido ellos los que se tirotearon en Ranchos: las imágenes difundidas carece de nitidez –parecen tomadas por un teléfono celular—y sospechosamente la camioneta que aparece filmada ingresa a la perfección en el encuadre de la cámara.

4- El operativo cerrojo que había desplegado de la Policía Bonaerense, integrado por unos 5000 efectivos, terminó siendo un candado abierto, lo que generó mucha suspicacia sobre la posible infiltración de los intereses narcos dentro de la fuerza.  Por ejemplo, si da por cierto que los prófugos estuvieron en Santa Fe, ¿cómo puede ser que atravesaran toda la zona sur de la provincia de Buenos Aires que supuestamente estaba cercada hasta el más mínimo milímetro?, ¿Pasaron Berazategui, Florencio Varela, Quilmes y otras zonas sin que nadie los viera o ayudara?, ¿se fueron en una cigüeña? El Comité de Crisis que se había formado en territorio bonaerense ha quedado absolutamente desdibujado.

5- Tras el deficiente accionar de la Bonaerense, el comité de crisis quedó a cargo de Patricia Bullrich y Eugenio Burzaco, ministra de Seguridad nacional y secretario de Seguridad. Según pudo saber Hoy, este último ni se habla con Ritondo. A su vez, la investigación quedó a cargo de Gendarmería, Prefectura y la Seguridad Aeroportuaria. Pese a la puesta en escena que se hizo ayer en Santa Fe, las pistas y las posibilidades de atrapar a los prófugos en esa provincia no son muy firmes. No por casualidad ni Bullrich ni Burzaco decidieron viajar todavía a esa provincia.

6- Existe una profunda interna entre las propias fuerzas de Seguridad, y se lanzan permanentes zancadillas entre sí. Ocurre que si los prófugos son atrapados por Gendarmería o por alguna de las fuerzas federales, dejarían al borde de la renuncia a Ritondo y Bressi. También  se derrumbó la hipótesis de la conducción de la Policía Bonaerense de que los prófugos se manejan al voleo, sin recursos ni logística.

7- Santa Fe es la provincia de Argentina, fuera de las zonas limítrofes del norte del país, que tiene la mayor cantidad de pistas clandestinas para mover droga en la Argentina. Se habla de que hay cerca de 300 pistas en territorio santafesino y ello les podría haber facilitado irse del país a los prófugos. Por eso resulta muy poco creíble que anden a pie en medio del campo.

8- No está comprobado, pese a la información oficial, de que los tres prófugos sigan juntos. Ahora bien, en caso de que efectivamente sea así, estaríamos ante un mensaje claramente mafioso, que es el siguiente: “empezamos los tres y seguimos los tres. El que saque los pies del plato, muere”. Los especialistas comparan ese accionar con la actitud típica del poder narco, muy similar a la estrategia que siguió el principal narco mexicano, El Chapo Guzmán, cuando se fugó de un penal de máxima seguridad en México. El Chapo Guzmán es considerado como uno de los principales exponentes de la mafia internacional de la efedrina y en algún momento se comentó que tras fugarse de su país podría haber estado en el sur de Chile y también en la Argentina.

El insólito raid santafesino

La secuencia del raid santafesino de los delincuentes comenzó en un galpón abandonado donde se halló la camioneta Renault Kangoo que supuestamente, según la versión oficial, los prófugos habían robado de la casa de la exsuegra de Christian Lanatta en Berazategui tras escaparse del penal de General Alvear, además de restos de comida, frazadas y otros rastros. En ese lugar, se produjo un allanamiento de la Gendarmería tras una orden del juez federal Sergio Torres. Esos procedimientos no arrojaron resultados, pero por testimonios recogidos en la zona, los efectivos registraron también un rancho abandonado, que en su parte trasera tenía un galpón.

Allí se encontró la camioneta de la exsuegra de Lanatta y en su interior había pistolas y dos teléfonos celulares, que ahora serán examinados por especialistas para determinar las últimas comunicaciones. Dentro del galpón también se halló leche, papel higiénico, arroz, frazadas y restos de comida.

En un pastizal cercano al galpón estaban escondidos tres hombres, que ante la aproximación de los gendarmes iniciaron el primer tiroteo, dejando a un efectivo herido de bala. En ese marco, los delincuentes huyeron a bordo de una camioneta Berlingo propiedad de Gendarmería que, según la misma versión oficial, lograron robar del lugar. El segundo tiroteo se produjo poco después, mientras los tres hombres escapaban de los gendarmes y en esas circunstancias resultó herido el otro gendarme.

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