La cocina política // Elecciones 2017

Cómo funciona el apoyo de Cambiemos a Randazzo

La división del peronismo en la Provincia de Buenos Aires, entre aquellos que apuestan a la candidatura de la expresidenta Cristina Kirchner y los que apoyan la presentación del exministro Florencio Randazzo, parece ser un bálsamo para los oídos de Cambiemos.

Según contó a este medio un grupo de dirigentes del gobierno provincial, desde el oficialismo festejaron como un gol de mitad de cancha que el justicialismo vaya a estas elecciones dividido en varias partes, percibiendo que, ante la fractura del principal partido político que tiene el país, sus posibilidades de conseguir un buen resultado electoral se verían beneficiadas.

Si el peronismo hubiera decidido ir a la elección con todas sus vertientes reunidas en una sola propuesta habría dejado en un segundísimo lugar al armado oficialista, situación que explica la celebración del Ejecutivo bonaerense. “Nosotros ayudamos a que la decisión de Randazzo fuera mantenerse firme en su postura de no transar con Cristina Kirchner, por lo que para nosotros es una victoria política haber conseguido dividir al peronismo bajo la figura del exministro”, señaló con felicidad una de las principales espadas políticas de la gobernadora María Eugenia Vidal en suelo provincial.

“Con lo que pudimos y muy calladitos, sin grandes alardes, pusimos a nuestros dirigentes que vienen del peronismo a trabajar por lo bajo en la presentación de Randazzo como candidato, ya que eso significa un mayor caudal de votos hacia nuestra posición y una merma sustancial en el voto hacia el PJ”, reconocieron ante este diario.

El ala peronista de Cambiemos apoyó con todas sus fuerzas a Randazzo para que su decisión final fuera no dar lugar a la unidad del PJ, dividiendo el voto del partido. De allí que muchos ya hablen por lo bajo de un supuesto “sostén económico” por parte del oficialismo a la candidatura del chivilcoyano.

Sin embargo, como contraparte, jefes comunales del Conurbano que apoyan a Cristina Kirchner sostienen que la expresidenta está convencida de que el randazzismo se va a quedar con el voto anti-K y que eso en realidad le va a descontar al espacio de Sergio Massa y del propio macrismo. 

El sector del electorado que apoyó al Frente para la Victoria en 2015 le va a renovar la confianza, mientras que hay ciudadanos que optaron por el cambio y se frustraron. La incógnita será entonces quién seduce a ese sector desencantado.