Consultoras privadas proyectan una inflación mayor al 20% para 2018

Luego del nuevo cálculo de la meta realizado el jueves pasado por el Gobierno, economistas advierten que la evolución de precios será muy superior al 15% planteado por el oficialismo

Tras el cambio en las metas de inflación por parte del Gobierno, las consultoras económicas ya comenzaron a actualizar sus proyecciones y ubican la suba de precios para este año alrededor del 20 por ciento. Los especialistas además advierten sobre las inconsistencias en torno a la conferencia de prensa que determinó el anuncio.

El economista y director de Ágora Consultores, Agustín D’Atellis, dijo a este medio que “las proyecciones que venimos manejando, en términos normales, es decir, mientras no ocurra ningún evento extraordinario, es una inflación de entre el 20 y el 22 por ciento para este año”.

“Lo que hizo el Gobierno fue adaptar la meta un poquito más a la realidad. Las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que es lo que sigue el Banco Central, están por encima del 16%, con lo cual llevar la meta a 15 es adaptarla un poco más a la realidad”, argumentó D’Atellis, quien además afirmó que “nadie creía en esa meta del 10 por ciento como creo que nadie cree en esta del 15 por ciento. La realidad va por otro lado”.

Además, puntualizó que “si llega a haber algún evento externo que ocasione una salida de flujos de capitales, que genere un fuerte movimiento cambiario durante el año y se traslade a precios, habrá que revisar y puede ser más arriba. Pero por la dinámica de precios regulados y otros elementos analizados, menos del 20 por ciento no va a ser”.

En la misma línea, Agustín Etchebarne, economista y director de la Fundación Libertad y Progreso, dijo a diario Hoy: “Nosotros efectivamente estamos viendo una inflación superior a la esperada, la expectativa anterior estaba alrededor del 16 por ciento y estamos en un proceso de revisión, la vamos a subir y probablemente quede por arriba del 20”.

Etchebarne indicó que “ahora se espera que la política monetaria no sea tan contractiva, se prevé que la tasa de interés no esté tan abajo, es decir, en lugar de encontrarse entre el 28 y el 30 por ciento, se espera que se halle debajo del 24 por ciento. Por lo tanto, la inflación será más alta y el tipo de cambio, también”.

Además, remarcó que “el punto más importante para destacar es que seguimos teniendo un déficit fiscal y un déficit financiero muy grandes”. “Para nosotros, si la reducción del déficit primario es demasiado lenta, el aumento de la deuda consecuente también aumenta los intereses, haciendo ingresar dólares financieros que aprecian la moneda local y complican el déficit comercial y la cuenta corriente”, detalló. “Es decir, el problema mayor sigue siendo el déficit fiscal, y que las medidas que se están tomando siguen siendo muy pequeñas en relación al tamaño del problema”, concluyó.

Para Amílcar Collante, economista del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur), el número se ubicará entre el 19 y el 20 por ciento y, según sus datos preliminares, “la inflación de diciembre pasado fue la más alta de 2017 con cerca de un 3% y un acumulado anual del 24%”. “Si bien es un mes en el que tradicionalmente hay recalentamiento, esta vez se sumaron las tarifas”, indicó.

Inicio de año “picante”

Por su parte, Rodolfo Santangelo, economista cercano al expresidente del Banco Nación, Carlos Melconian, señaló ayer que la necesidad de bajar la inflación es un tema “muy serio” para los argentinos. Si bien no se refirió a un número concreto para los aumentos de precios estimados para fin de año, consideró que este año “pinta parecido” al anterior.

Sobre la meta de inflación del 15 por ciento anunciada por el Gobierno, Santangelo dijo que “habrá que ver si está dentro de eso o le volvemos a errar un poco, como ocurrió el año pasado” y advirtió que “los meses picantes serán enero, febrero, marzo y abril, donde se registrarán aumentos de cosas rezagadas”. En este sentido, enumeró a los combustibles, la medicina prepaga, el transporte y los colegios privados.

“La meta de inflación del año pasado estaba entre el 10 y 17 por ciento y aunque falta el número de diciembre, va a rondar entre el 23 y el 24 por ciento anual”, dijo. “La evolución de los precios de diciembre no será del 3%, pero sí estará por encima del 2%”, aclaró.

Juego de expectativas y pérdida de credibilidad

Según Amílcar Collante, la conferencia de prensa efectuada el jueves pasado “afectó bastante todas las expectativas que había respecto a la inflación y también la credibilidad” oficial. “Se produjeron dos efectos: primero, van a bajar las tasas de interés, como quería el ala política del Gobierno, porque atrasaba el tipo de cambio y generaba una bola de nieve de Lebac; y por otro lado, como afectó la credibilidad, hay una expectativa de que va a haber mayor inflación”, explicó.

Agustín D’Atellis consideró que “en realidad lo que produjo el Gobierno es una mala noticia, se hizo mal al hacer un anuncio a las apuradas”. “Se trató de mostrar coordinación económica cuando a todas luces no la hay, se le restó poder a esa idea de independencia del Banco Central, que si bien a mí no me convence, el mercado la ve con buenos ojos. Sentando al presidente del BCRA en esa mesa, se le hizo modificar la meta y además el anuncio lo hizo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Es decir, toda una serie de desprolijidades que no sumaron en nada”, analizó. 

En tanto, Agustín Etchebarne consideró que “al cambiarse la meta, claramente se pierde credibilidad”. A su vez, dijo que dicha fiabilidad “también se pierde cuando la meta es anunciada por el ministro de Hacienda, junto con un político, que es el jefe de Gabinete”. “Para nosotros eso devaluó la independencia del Banco Central”, cuestionó.

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