Elecciones en Tucumán
Crisis y desmadre político en feudo K
El comienzo del escrutinio final en Tucumán comenzó con polémica al querer ingresar varios fiscales bolsas llenas de votos del FpV. No cede la presión opositora sobre el kirchnerismo. Sigue la protesta popular y aumenta la seguridad en el Jardín de la República
A pesar de que el kirchnerismo, a través de la voz de la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich, considere como un “detalle” la crisis que se vive en Tucumán tras el bochornoso acto electoral del pasado domingo, la realidad indica que el deterioro institucional que sufre el Jardín de la República es mayúsculo y el mismo tiene un fuerte impacto nacional.
La indignación social que se vive por estas horas en la provincia del Noroeste argentino, ha llevado a que durante tres días consecutivos se hayan realizado manifestaciones multitudinarias en donde se pide acabar con el fraude electoral y que se convoque a nuevas elecciones en el ramo gobernador y vicegobernador para terminar con la crisis política desatada.
Mientras todo esto sucede, desde lo meramente institucional pasadas las 18 horas de ayer comenzó el escrutinio definitivo de votos, donde en las primeras 24 urnas de las 641 mesas que habían sido excluidas con anterioridad del recuento provisorio a cargo del Correo Argentino, donde el opositor Acuerdo para el Bicentenario obtiene el 73,92% de los votos, mientras que el Frente para la Victoria conseguía el 17%.
Ante las evidencias de las irregularidades cometidas en el acto electoral, el gobernador José Alperovich, afirmó que “no puede ser que en los cuatro municipios donde ganó la oposición nosotros perdimos y allí no hubo fraude. Así es la democracia: se gana y se pierde. Si Cano es gobernador, seré el primero en felicitarlo”.
Anoche los ciudadanos tucumanos volvieron a asistir en forma masiva a la plaza de la Independencia para mostrar su descontento con el gobierno y por la forma en que han tratado la crisis. Por el momento, desde el oficialismo se ha hecho oídos sordos al reclamo popular.
Votos truchos
No aprendiendo de lo acaecido el domingo pasado, desde la clase dirigente tucumana echaron más leña al fuego, al sorprender personal de Gendarmería a varios fiscales pertenecientes al oficialismo que portaban una bolsa de consorcio repleta de boletas del Frente para la Victoria.
El suceso tuvo lugar antes de que diera comienzo el recuento definitivo de los votos en la sede de la Junta Electoral provincial. Gendarmes que realizaban las tareas de seguridad, sorprendieron a un grupo de fiscales kirchneristas que portaban en forma misteriosa una bolsa llena de papeletas oficiales que se pensaba eran para introducir como votos legales conseguidos el domingo.
“No puede ser que tengamos que lidiar con esto”, ironizó el secretario de la Junta, Darío Almaraz, no pudiendo entender como en medio de tanto descontrol social, se puede alimentar aún más desde la política la llama de la polémica y la controversia. La situación fue tan delirante y cinematográfica, que obligó a los gendarmes a extremar el control en los alrededores de la Junta Electoral, y a tomar aún más precauciones sobre los sobres de papel y las carpetas que traían los dirigentes políticos para evitar que se cometa trampa en el recuento definitivo.
Situación compleja la que atraviesa el Jardín de la República, con una crisis sin control por parte de las autoridades, que amenaza aún más al decreciente poder K, y pone al gobierno contra las cuerdas de la legalidad democrática.
Alejamiento opositor
Las complicaciones por el resultado de las elecciones tucumanas parecen haber hecho mella en la oposición, ya que muchos de los intendentes que apoyaron a Cano, estarían cansados de las acusaciones lanzadas contra el oficialismo, y estarían a punto de abandonar el espacio.
Roberto Sánchez, ganador de la elección en la ciudad de Concepción, así como Mariano Campero que resultó triunfante en Yerba Buena, y Fernando Salazar que salió victorioso en Bella Vista, no están conformes con el matiz que ha tomado el Acuerdo por el Bicentenario, y estarían tendiendo lazos hacia Juan Manzur y el oficialismo.
Incluso, el propio Campero declaró a la prensa que Cano debería “bajar los decibeles en sus declaraciones y aceptar la derrota”. Como puede verse, complejo panorama el que se abre en la oposición, con posiciones discordantes, que ponen al armado electoral al borde de la ruptura.
A esto hay que sumarle el distanciamiento que tendría Germán Alfaro, intendente electo de la capital, con su antecesor en el cargo y compañero de fórmula de Cano, el peronista disidente Dominigo Anaya.
Duro cruce en el Senado
En medio de la tensión política que se vive en Tucumán, el Senado de la Nación fue ayer escenario de un duro cruce entre las senadoras Beatriz Rojkés (FpV) y Silvia Elías de Pérez (UCR).
La discusión tuvo lugar cuando Rojkés hizo uso de la palabra para defender el proceso comicial realizado en Tucumán, y cargó duramente contra los referentes de la oposición que “buscan desestabilizar la democracia en la provincia. No son gente de bien”, sostuvo la esposa del gobernador Alperovich.
Estas palabras levantaron inmediatamente la queja de la senadora radical, quien expresó que “la senadora oficialista falta a la verdad en lo que está diciendo”, a lo que pidió inmediatamente una cuestión de privilegio, que no fue aceptada por la mayoría kirchnerista.
Opiniones encontradas
A la arremetida de Aníbal Fernández contra el gobernador José Alperovich por la represión desatada el lunes pasado en la plaza Independencia de la capital tucumana, le siguieron ayer los duros reproches de Susana Trimarco hacia el mandatario provincial.
La mamá de Marita Verón y titular de la Fundación María de los Ángeles, cargó duramente contra el hombre fuerte de la provincia, al señalar que “Alperovich tiene la mano negra”.
En medio del escándalo político que vive Tucumán, Trimarco subrayó que “es una vergüenza cómo ensucian la democracia, cada día la hunden más. Los políticos están degenerados, han pasado videos de orgías, la zona oeste de nuestra capital quemaron las urnas y telegramas. Es una mafia”.