Cristina Kirchner ratificó que no será candidata con una extensa carta

Mediante un texto publicado a través de sus redes sociales, la vicepresidenta volvió a confirmar su decisión y planteó que en Argentina existe una “insatisfacción democrática”.

Abordando prácticamente los mismos ejes que tocó en su último acto público en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ratificó ayer su decisión de no ser candidata a presidenta en las próximas elecciones. Fue mediante una extensa carta publicada en sus redes sociales, donde la líder peronista aseguró: “No voy a ser mascota del poder”.

Al comenzar su texto mencionando que “una parte importante de la ciudadanía no se siente representada ni contenidas sus aspiraciones”, CFK se refirió a “una democracia que se perdió en lo económico, degradó en lo social y ha comenzado a romperse en lo político e institucional”. Así, planteó el término de “insatisfacción democrática”.

De esta manera hizo un repaso por lo que ella consideró como el comienzo de la “pérdida de la democracia económica” en 2016, y adjudicó esta situación al gobierno del expresidente Mauricio Macri.

“Cambiemos dio inicio a un brutal nuevo ciclo de endeudamiento externo que culminaría con el retorno del Fondo Monetario Internacional a través de un préstamo insólito, inédito y político, cuyo objetivo no solo era ayudar a ganar las elecciones a ese gobierno amigo, sino también permitir la retirada en dólares de los fondos de inversión especulativos”, detalló la líder peronista.

El problema económico

CFK recordó que “la historia que siguió es la misma de siempre con el Fondo en nuestro país: interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control en la Argentina”, y agregó: “La casualidad no es una categoría política y, por eso, no es casual que ninguno de los dos presidentes que aceptaron el programa del FMI conserve aptitud electoral. Sin embargo, en política sí hay causalidad, y la determinante es la economía”.

Así, consideró que, entre varios factores, sumados “al brutal endeudamiento en dólares, resulta imposible para cualquier gobierno administrar razonablemente la natural puja distributiva por el ingreso”, y sostuvo que esto “convierte a la inflación en el más fenomenal instrumento de transferencia de recursos de toda la sociedad a los sectores más ricos y concentrados de la economía que se apoderan de esa renta extraordinaria en un marco de laxitud tributaria”.

De esta manera, la vicepresidenta prosiguió: “Acabada la democracia económica, se degrada la democracia social y el paradigma peronista de la movilidad social ascendente”, y agregó: “Por primera vez en la Argentina observamos cómo convive un bajo índice de desocupación (6,3%) con un alto nivel de pobreza (40%)”.

“Así encontramos trabajadores en relación de dependencia que son pobres y el surgimiento de una sociedad dual, donde una parte accede a todos los bienes y servicios y la otra, mayoritaria, ve notablemente reducidas sus posibilidades de progreso”, detalló.

En tanto, haciendo hincapié en que “en estos 40 años de democracia atravesamos dos crisis económicas y sociales de extrema gravead”, remarcó que, “sin embargo, en ninguno de estos momentos se puso en duda el pacto democrático plebiscitado en octubre de 1983, por el cual ni la violencia política sobre el adversario ni la proscripción electoral serían elementos del accionar político”.

Los fantasmas del pasado

Basándose en la “violencia verbal y simbólica que los medios de comunicación implantan en la sociedad”, Cristina recordó el intento de magnicidio que sufrió en la puerta de su casa el 1° de septiembre de 2022 y remarcó que la antesala de ese hecho fueron las manifestaciones de “grupos violentos que agredían, insultaban y amenazaban de muerte con bolsones mortuorios, guillotinas, antorchas, piedras y escraches” durante el año pasado.

“Llamativamente, luego del magnicidio frustrado, esos grupos que organizada y semanalmente fustigaban, escrachaban y amenazaban desaparecieron como por arte de magia”, detalló, y aseguró que “esto confirma sin lugar a dudas el carácter premeditado y carente de cualquier viso de espontaneidad de la violencia política de estos grupos”.

“Eran fogoneados y financiados por la ­oposición, y los medios de comunicación hegemónicos le garantizaban amplia cobertura mediática”, enfatizó la vicepresidenta, y recordó un titular del diario Clarín que expresaba: “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”, en vísperas de la sentencia en el marco de la causa Vialidad.

La decisión

Tras enumerar todo esto, manifestó: “Como vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, no se trata solo de la proscripción de una persona, sino del peronismo”, y relacionó estos hechos con la suspensión de las elecciones en Tucumán y San Juan a manos de una Corte que, según ella, tiene un solo objetivo: “perjudicar al peronismo y tapar sus propios delitos”.

Es por ese motivo que, al ratificar su decisión de no presentarse como candidata en las próximas elecciones, recordó: “Ya lo dije el 6 de diciembre de 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura”.

“No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral”, sentenció.

Así, para finalizar, consideró que “debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar”, y volvió a hacer hincapié en la necesidad de crear “un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no solo es posible, sino que, además, es deseable”.

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