Denuncian al gobierno porteño por “privatizar” la vacunación

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, quedó también en el centro de la controversia por las vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2 cuando la abogada Natalia Salvo denunció al mandatario porteño y también a su ministro de Salud, Fernán Quirós, por incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos, por haber cedido vacunas a sanatorios privados sin controlar a quiénes serían aplicadas.

Al entregar dosis de vacunas contra la Covid-19 a centros de salud privados, el gobierno porteño está “otorgando privilegios a dichas instituciones y sus socios por encima del resto de la población”, argumentó Salvo en su escrito.

Mientras tanto, la tormenta política sigue creciendo, con denuncias y reclamos por favoritismo en la administración de vacunas en distintos partidos de la provincia de Buenos Aires y también en otras provincias. El senador bonaerense Andrés De Leo dijo que “lo ocurrido con (Ginés) González García (a partir de la revelación del periodista Horacio Verbitsky de que había sido vacunado fuera de turno en el propio Ministerio de Salud) se repite en varios distritos de la Provincia”.

Por ejemplo, en General Belgrano, los concejales del Frente de Todos pidieron que el intendente Osvaldo Dinápoli (JxC) publique la lista de funcionarios de su gabinete que ya fueron inoculados con la “Sputnik V”. Y el intendente también macrista Sebastián Abella, de Campana, solicitó el listado de los vacunados en su distrito ante la sospecha de que también allí hubo inoculaciones fuera de turno.

“No podemos dejar pasar esta grave situación que ha quedado al descubierto, y que se suma a otros casos como la vacunación de concejales en otras ciudades y de funcionarios en algunas provincias”, dijo.

En aguas tan revueltas abundan también los descargos de funcionarios que fueron acusados de haber recibido la dosis irregularmente. Gustavo Posse, intendente de San Isidro, dijo en un comunicado que recibió la vacuna “Sputnik V” como parte de una campaña para “promoverla”, una decisión que se tomó “junto al gobernador (Axel Kicillof) y los intendentes de la Provincia”, y pidió detener la “caza de brujas” montada a partir de la revelación de Verbitsky.

Otros intendentes, como el rosarino Pablo Javkin, también salieron a decir que no se dieron la vacuna en forma irregular u oculta.

Por si fuera poco, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa) denunció que en el Hospital Posadas llegaron tres camionetas con jóvenes enviados por el Ministerio de Salud para vacunarse. “Se dieron ochenta vacunas” fuera de turno, dijo Mirtha Jaime, representante de la Fesprosa en ese hospital.