Echegaray, cada vez más complicado en la Auditoría General de la Nación

Acorralado por varias causas judiciales, al extitular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, se le dificulta cada vez continuar al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN), el organismo desde el que debe controlar los últimos años de la gestión de Cristina Kirchner y en durante la cual, él mismo, habría cometido los delitos que se le imputan.

Ayer, por tercera vez consecutiva, volvió a fracasar en su intento por reunir al colegio de auditores. Así, estuvo en soledad hasta después del mediodía, cuando se presentó ante él Juan Ignacio Forlón, ex presidente del Banco Nación e integrante de La Cámpora, la agrupación que comanda Máximo Kirchner.       

Ni Vilma Castillo ni Francisco Javier Fernández -que responden al PJ- estuvieron en la reunión del colegio. Los otros tres auditores, los radicales Alejandro Nieva y Jesús Rodríguez, y el massista Gabriel Mihura Estrada, volvieron a ausentarse.

El martes, el ex director de la AFIP declaró durante más de cinco horas ante el juez Sebastián Casanello en el marco de la ruta del dinero K y negó haberle permitido evadir, a través de facturas truchas, millonarias deudas impositivas al detenido empresario Lázaro Báez.

Además, Echegaray está imputado por asociación ilícita; por el caso del salvataje de la eximprenta Ciccone, por la que está procesado el ex vicepresidente Amado Boudou y con la que, tal como reveló Hoy, se habría querido quedar el exrecaudador; también se lo acusa por la protección brindada al zar del juego K, Cristóbal López, quien logró acumular una deuda de $8.000 millones con la AFIP sin recibir ninguna multa; y pesan sobre él reiteradas denuncias por enriquecimiento ilícito.

Todo esto ha llevado a referentes políticos como la diputada nacional, Elisa Carrió, a insistir en la renuncia del cuestionado funcionario a la AGN.