El principio del fin de Covelia

La municipalización del servicio en Quilmes sería solo el comienzo. La empresa está en retirada. La red de prestanombres y los orígenes oscuros de una compañía que creció de la mano del kirchnerismo

Los años de expansión de la empresa Covelia, que llegó a quedarse con contratos millonarios para la recolección de residuos en distintos municipios bonaerenses y con el reparto de la leche del Plan Mas Vida, vinieron de la mano del kirchnerismo.

Pero, lo que parecía un feliz matrimonio político, terminó en ruidoso divorcio. Y por ello los intendentes que no son lerdos ni perezosos, al tener que destinar hasta el 30% de los ingresos de sus comunas para afrontar los contratos de los servicios de recolección, decidieron empezar a recuperar el terrero perdido. Y más en momentos donde las arcas del Estado, producto de la crisis, se están secando.

Lo ocurrido en Quilmes donde se terminó aprobando la municipalización, tras un escándalo que incluyeron hasta amenazas de muerte, es una clara muestra de ello. Y todo indica que iniciativas similares se podrían adoptar en el corto plazo en otras comunas donde presta servicio Covelia. Ayer mismo lo reconoció el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto (ver aparte).

Cabe destacar que esta empresa también abandonó la distribución del Plan Más Vida luego de que el gobierno provincial no les renovara el contrato por más de $170 millones por año, que había sido prorrogado en varias ocasiones. El convenio terminó de la peor forma ya que, según pudo saber Hoy, numerosas pequeñas y medianas empresas, a las que Covelia subcontrataba, tuvieron que ir a la Justicia para reclamar pagos adeudados y en no pocos casos se quedaron con las manos vacías.

En definitiva, estamos asistiendo, al principio del fin de una compañía que fue ícono de la “década ganada”.

Cono de sombras

Covelia, desde sus inicios, estuvo inmersa en un cono de sombras. Un dato que llama poderosamente la atención es que esta empresa fue fundada a fines de los años 90 por dos personas pobres o cuasi indigentes. Estamos hablando de Marcelo Adrián Arenales, que actualmente tiene 41 años y vive en un barrio muy humilde de Lomas de Zamora, y de Máxima Amanda Correa, una viuda y empleada doméstica de 72 años domiciliada en Banfield.  El capital social con el que se inició la firma fue $ 12.000, casi lo que factura en menos de una hora en la actualidad.

Hay indicios que unen a Covelia con la firma DIXEY SA, que provee de ropa y de estructuras metálicas a un gremio importante del transporte, y que es presidida por Valeria Alejandra Salerno y por su madre Liliana Zulet.

DIXEY SA fue fundada en Capital Federal por Lucio Vicente Pizarro (ya fallecido) y por Clara Simona Gariello, quienes también eran personas de condiciones humildes que llamativamente conformaron una empresa homónima, con un año de diferencia, en Mar del Plata.  Pizarro tenía domicilio en calle Peña 2695 de Capital Federal, y figuró como titular de otras decenas de firmas. En tanto, Gariello, de 73 años, declara ser comerciante. Pero en los registros de la Anses figura como empleada en relación de dependencia y tiene el mismo domicilio que tenía Pizarro.

En la empresa DIXEY S.A de Capital Federal, en febrero del año 2003, presentaron su renuncia tanto Pizarro como Gariello. Y fue en ese contexto cuando asumió la conducción de la firma la mencionada Salerno, en una operación que llevó la firma del abogado Osvaldo Argüello.

En rigor, DIXEY era una empresa fantasma que estaba conformada por dos prestanombres que, a su vez, están o estuvieron asociados en varias sociedades comerciales con Correa y Arenales, es decir, los fundadores de la empresa Covelia. Por ejemplo, Pizarro y Arenales fueron socios en las firmas PRIVET SS, RACNEY SA, GILMER SA, PROVILAR SA, RABIAL SA, RADOX SA y RAMYA SA.

Así como la red de prestanombres sirvió para montar la estructura del negocio de la basura, también habría servido para otros oscuros negocios. Concretamente, los parricidas Schoklender se habrían servido de las compañías fundadas por prestanombres al igual que un gobernador de una provincia del litoral y un empresario de medios de comunicación que recibe abundante pauta oficial.

La complicidad de los escribanos

Según pudo saber Hoy, dentro de la extenso conglomerado de empresas fantasmas, se repiten los nombres de los escribanos Rubén Erviti y Horacio Geller, y de la abogada Graciela E. Mari.  El primero de ellos, Erviti, fue sancionado por el Colegio de Escribanos por dar su aval a empresas fantasmas y, en el año 2008, murió en el Hospital Alejandro Korn de la localidad de Melchor Romero, como consecuencia de las heridas sufridas en un extraño accidente de tránsito, que tuvo lugar en el paraje El Taladro y el acceso a Uribelarrea.

La red fantasmal incluye a la constructora ACONRA, que también habría surgido con prestanombres y actualmente prestaría servicios para el mismo sindicato para el que trabaja DIXEY SA. ACONRA actualmente es presidida por Vicente Asorey (que es el contador de DIXEY); mientras que la vicepresidenta es la ya mencionada Valeria Salerno.

En Tres de Febrero también rescindirían 

El intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, aseguró que su municipio analiza la rescisión del contrato que tiene con la empresa Covelia, que se encarga de la recolección de los residuos en ese distrito del Oeste del Gran Buenos Aires, al considerar que la concesionaria “no le brinda un buen servicio a los vecinos”.

“La verdad que Covelia no presta un buen servicio y nos sale muy cara. Gastamos en pagar el contrato entre el 20 y el 25 por ciento del presupuesto del municipio. Queremos renegociar el contrato”, señaló Curto.

“No estamos en condiciones de asumir la municipalización de la recolección de la basura. Tendríamos que renovar toda la flota de camiones y sería muy oneroso para nosotros. La idea, en principio, sería llamar a otra empresa", puntualizó.
Curto consignó que el vínculo con Covelia, que se extendió por cuatro años, está vencido y se encuentra “prorrogado desde hace unos tres meses”.

“Pienso que si todos los municipios nos juntáramos, a lo mejor podríamos analizar cómo hacernos cargo de la recolección. Hacerlo de forma individual, partido por partido, se hace difícil”, explicó.