“El proceso electoral chileno está cargado de incertidumbre”

Así lo dijo a diario Hoy el embajador argentino en Chile, José Octavio Bordón. Además, trazó un análisis sobre las elecciones en el país trasandino y el legado que dejará Michelle Bachelet al pueblo chileno. Elogios a la relación bilateral ideada por el Presidente Mauricio Macri

Hoy se realiza la segunda vuelta electoral en la República de Chile , que elegirá a su próximo presidente para el período 2018-2022 entre el oficialista Alejandro Guillier y el opositor Sebastián Piñera, en medio de un clima tranquilo y sin grandes sobresaltos entre ambas fuerzas políticas.

Para interiorizarse más en esta situación, diario Hoy  se comunicó con el embajador de nuestro país en Chile, José Octavio Bordón, quien efectuó un pormenorizado análisis del proceso eleccionario en el vecino país. Además, desplegó elogios hacia la gestión de la presidenta Michelle Bachelet y la relación bilateral con el país trasandino que estableció desde su llegada al poder el Presidente Mauricio Macri.

—¿Cómo está viviendo el proceso electoral chileno?

—Han sido una elección y un proceso de fuerte debate sobre temas significativos, democráticos y sin violencias, por lo tanto positivos, y tenemos la confianza de que esto será lo que va a pasar este domingo (por hoy). No fue una sorpresa que hubiera segunda vuelta, porque eso es lo que preveían los analistas más serios y los propios comandos de los distintos partidos políticos. Tampoco fue sorpresivo para nadie que la primera posición la obtuviera la coalición de Chile Vamos, que encabeza Sebastián Piñera, y que en la segunda posición estuviera el candidato Alejandro Guillier, parte de la Nueva Mayoría, que es el oficialismo. 

—¿Cuál fue entonces la sorpresa en el acto eleccionario trasandino?

—La sorpresa para muchos fue que la candidata del Frente Amplio, que llevó a Beatriz Sánchez, superara largamente el predecible 12% para llegar al 20% de los votos y que otros cuatro candidatos, entre ellos la demócrata cristiana Carolina Goic, que hasta ahora había sido parte de la coalición gobernante, fueran con candidatura independiente, como el excandidato presidencial Marcos Enríquez-Ominami y el candidato de la centro-derecha José Antonio Katz. Se puede decir que el proceso electoral chileno está cargado de incertidumbre sobre quién será el vencedor.

—¿Cambió entonces el panorama electoral en el país?

—Goic y Ominami tuvieron ambos un 6% en la primera vuelta, mientras que Katz logró un 8%, es decir, tuvieron muchos más votos de los previstos, lo cual hizo que los candidatos de las dos principales coaliciones obtuvieran menos sufragios de lo previsible. Esto le ha dado un dinamismo y una intensidad a la campaña electoral que en la elección anterior no tuvo, porque el resultado era más previsible que en este momento. Hay una gran intensidad y mucho entusiasmo, pero en un clima muy pacífico y de confianza en el resultado electoral, en el sentido de que no va a haber ningún tipo de fraude.

—Teniendo en cuenta que ya se están viviendo las últimas semanas de la presidencia de Michelle Bachelet, ¿cuál es su principal legado? 

—Quiero ser muy cuidadoso porque tengo mis opiniones, pero no quiero caer en valoraciones, sobre todo por ser un embajador. Se puede decir que su gestión ha marcado una intensidad, una profundización y un crecimiento de la confianza y de la seriedad para resolver temas muy importantes. Más allá de las diferencias que pueda haber entre el gobierno y la oposición, todos piensan en el bien del país y comparten lineamientos básicos a seguir a futuro, lo cual también es un triunfo de ella y de todos los presidentes que estuvieron con anterioridad en el cargo.

—¿Cuál ha sido la relación que Bachelet tuvo con la Argentina en estos años?

—Bachelet ha sido una buena amiga de la Argentina y ha tenido una relación muy franca y confiable con el Presidente Macri. Lo mismo ha ocurrido entre nuestros dos cancilleres, tanto con Malcorra como con Faurie. Los dos gobiernos, inclusive los parlamentos, hemos tenido un intenso intercambio. Esto demuestra que más allá de las relaciones personales, de las proximidades partidarias, existe entre ambos países una política de Estado. Yo, como embajador, soy una persona que lo conoce desde hace tiempo, y la verdad que creo que el gobierno de Macri puede hacer un gran aporte al país.

—¿Cuál es la imagen que se tiene de Macri en Chile?

—En Chile se tiene una muy buena imagen del Presidente Macri. Hay una gran coincidencia con el interés y el entusiasmo que tienen con la Argentina y no es un tema de debate ideológico, sino que sienten que hay confianza, sienten que hay reglas de juego, sienten que hay diálogo, capacidad de ponerse en el lugar del otro, de dejar de defender los intereses propios, que es lo normal en las relaciones internacionales, voluntad de superar las diferencias para llegar a acuerdos y, sobre todo, reglas de juego que se cumplen: previsibilidad.

—¿Se ha fortalecido la relación bilateral entre ambos países?

—La verdad es que la relación es mucho más intensa porque no hay día en que no vengan dos o tres misiones de la Argentina: municipios, provincias, legisladores, empresarios, académicos, ministros. Y lo mismo de aquí para allá. Prácticamente esto es de lunes a lunes de 8 de la mañana a 12 de la noche. Pero lo increíblemente positivo es el clima de confianza, de afecto y de entusiasmo que hay entre las partes.

La necesidad de una renovación en el peronismo

De origen peronista, espacio político por el cual fue legislador provincial, gobernador de la provincia de Mendoza y luego senador nacional, José Octavio Bordón dio su parecer en su charla con este medio sobre los pasos que debería seguir el partido para salir de la fragmentación en la que se encuentra sumergido.

Para Bordón, que supo ser embajador argentino en Estados Unidos durante la presidencia de Néstor Kirchner, “los nuevos dirigentes del justicialismo, no los que estuvimos en el pasado, tienen el desafío de hacer un balance muy serio y muy profundo sobre cuáles han sido los grandes aciertos históricos de los últimos 70 años, cuáles han sido los errores del pasado reciente y cómo superarlos, pero sobre todo con una visión del siglo XXI”.

En ese sentido, el dirigente aseveró que “uno no puede utilizar las mismas propuestas de los años 40, los 60 o los 80 para enfrentar a la sociedad del siglo XXI. Ahí está el gran desafío. Se debe hacer lo que hicimos con la renovación peronista en los inicios de la democracia, que fue colaborar con el presidente Alfonsín y su gobierno, y al mismo tiempo mantener nuestra identidad e independencia ideando una oposición constructiva”.

“Veo con simpatía que haya sectores del justicialismo, que yo percibo que son mayoritarios al menos en su representación parlamentaria y su presencia federal, que están dispuestos, sin perder su identidad, a colaborar para que el país salga de la grave crisis de pobreza económica que recibió este gobierno cuando llegó al poder, además de acompañar para que esta lucha sea lo más exitosa posible, para que la Argentina comience a mejorar su economía”, recalcó el dirigente político.

Los preparativos para la visita del Papa Francisco a Chile

Del 15 al 18 de enero de 2018, el Papa Francisco hará una visita oficial a Chile, donde recorrerá las ciudades de Santiago, Iquique y Temuco. Allí, el Santo Padre tiene pensado brindar un mensaje de paz y esperanza.

Se espera que sean más de un millón los argentinos que crucen la frontera para escuchar las palabras de la máxima referencia católica en el mundo, por lo cual será clave la relación entre ambos países para contener a semejante cantidad de viajantes.

En ese sentido, el embajador argentino en la República de Chile, José Octavio Bordón, le dijo a Hoy que “el pueblo chileno está muy entusiasmado, al igual que el gobierno y la Conferencia Episcopal de este país, porque se trata de una visita espiritual”.

Para el diplomático, “la llegada del Papa significa una gran alegría para los feligreses católicos y la gente de buena voluntad. Para el gobierno de Chile, en tanto, representa un gran desafío porque van a reunirse multitudes, tanto en Iquique, en el norte, como aquí en Santiago. Para nosotros significará una gran emoción. Hay un importante trabajo organizativo y ya hay planeadas algunas reuniones porque para la Argentina esto tiene un carácter importante”. 

Vínculos activos

El trabajo conjunto entre ambas naciones se intensificó en las últimas semanas para evitar contratiempos. “Francisco llegará justamente el 15 de enero por la tarde-noche y tendrá actividades en 

Santiago todo el día 16. El miércoles 17 se presentará por la tarde en Temuco y visitará Iquique el jueves 18. El Papa va a llegar en una etapa de gran arribo de turistas argentinos a Chile. La situación presenta una gran complejidad y venimos trabajando para evitar inconvenientes”, destacó José Bordón.

“La verdad es que en los últimos tiempos, en las tareas conjuntas, hemos tenido menos problemas que en el pasado. Esperemos que no se trate de una circunstancia momentánea, sino que sea producto de las mejoras que hemos hecho en la automatización de muchos temas y en la unificación”, indicó el embajador argentino en suelo trasandino.

“Estamos efectuando, ya con créditos y acuerdos concretos, una mejora notable del Paso Cristo Redentor, que es el tradicional cruce que une a Mendoza con Santiago. Además, hemos terminado el asfalto del proyecto que une el norte de Neuquén con el centro y sur de Chile. Por otra parte, se han mejorado las instalaciones en la conexión entre Jujuy y Antofagasta”, indicó el excandidato presidencial por el Frepaso en 1995, quien compartió fórmula con Carlos “Chacho” Álvarez.

“Venimos entre tres y cuatro décadas atrasados en infraestructura y obviamente en dos años no hemos podido recuperar todo el tiempo perdido a la velocidad que quisiéramos. De todas formas, se encuentra en marcha un cambio estratégico: no solamente de confianza y procedimientos, sino de infraestructura a corto, mediano y largo plazo, el cual se verá confirmado con la visita de Francisco en enero de 2018”, finalizó Bordón.

“Vidal me llena de expectativas y esperanzas”

La necesidad de acercar la política a la sociedad llevó a que nuevas caras aparecieran en la dirigencia nacional, ganando muchas de ellas un gran terreno en las últimas elecciones. Uno de los nombres centrales ha sido el de la gobernadora María Eugenia Vidal, quien se ha ganado un espacio en el escenario grande de la política argentina.

Para José Octavio Bordón, la mandataria bonaerense “es una dirigente joven, con un fuerte compromiso social, que se ha sumado a la política y tiene mucho coraje. Se animó a asumir una agenda muy riesgosa con una gran dedicación, así que tengo un gran respeto y  admiración por ella”.

“Vidal me llena de expectativas y esperanzas sobre el país que le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos. Veo con mucha admiración y respeto su corajuda gestión y me alegra mucho que sectores no oficialistas la hayan acompañado sin perder su identidad”, recalcó el embajador argentino en Chile.

Además, en su charla con este diario, Bordón recordó su paso como director general de Cultura y Educación bonaerense bajo la gobernación de Carlos Ruckauf. “Fue un gran desafío. Lo que aprendí es que el bonaerense es un sistema muy complejo que necesita que crezca tanto la educación pública de gestión estatal, que es la mayoría, como la educación pública de gestión privada, además de la importancia que adquiere la autonomía de la escuela y la autoridad del director”.

Luego sentenció: “Debe haber directores elegidos de acuerdo a las reglas de juego y no por la discrecionalidad del gobernante de turno. También es necesario que los  docentes y todo el personal puedan apoyarse en la presencia del director, que sea una figura con gran intervención, más allá de que estén subordinados a las reglas de la Educación planteadas por el gobierno”.