Inundaciones en la Provincia
El relato bajo el agua
Pasan los años y las soluciones al problema de las inundaciones en territorio bonaerense parecen no encontrarse. Las fuertes lluvias de las últimas semanas, originaron una fuerte crecida en el río Salado, que viene impactando con fuerza en el interior provincial, con ciudades arrasadas por el agua y una producción que siente las consecuencias de la furia de la naturaleza.
Quien recorre Buenos Aires por el aire, puede ver como la subida del Salado, que ayer llegó a su pico ocasionando más inconvenientes, ha hecho que cientos de miles de hectáreas se encuentran devastadas por el agua, convirtiendo el tradicional verde y producción rural, en un inmenso mar que transforma la situación en un escenario arruinado y decadente.
La total falta de planificación de las autoridades en materia de obras hidráulicas, ha llevado a que la provincia viva una situación no deseada, donde las obras pregonadas desde el relato K en la voz de la presidenta Cristina Kirchner, brillan por su ausencia, y sólo puede observarse desolación ante la falta de respuestas oficiales.
Aquellos que están en medio del desastre, arguyen que se ve una total falta de coordinación entre las diferentes fuerzas, con la Prefectura yendo por su lado, la Policía por otro, Defensa Civil y organismos gubernamentales por la suya, pero nadie lo hace en forma asociada, haciendo infructuosa la ayuda brindada.
Más de 50 partidos de la provincia de Buenos Aires se encuentran afectados por el agua, entre ellos General Viamonte, Los Toldos, General Belgrano, Bragado, Ranchos, General Paz, Chascomús, Rauch, Las Flores, Tordillo, Pila, Roque Pérez y General Guido.
Inacción oficial
Las obras hidráulicas nunca se hicieron. Y se tendrín que haber concretado en épocas de sequía. El fondo hídrico nacional, a través del ministerio que conduce Julio de Vido, desvió fondos hacia otros sectores y no hacia lo que estaba predestinado, lo que ha llevado a una situación dramática para miles de familias bonaerenses.
En diálogo con Hoy, el ex Secretario General de la UNLP, el ingeniero Pablo Luchessi, señaló que “la Nación tenía un compromiso con la provincia del Fondo Hídrico nacional que vemos que se ha cumplido poco y nada, porque le fueron dando otros fines al fondo hídrico desde su creación, más que nada políticos y las consecuencias las vemos hoy con estos hechos terribles”.
Para el especialista en Ingeniería Sanitaria y Ambiental, “lo que ha ocurrido es que las obras que se iniciaron todavía no se han terminado. Por ejemplo las obras encaradas en el Salado estuvieron detenidas dos años por la pelea que tuvo el gobierno nacional con los productores agropecuarios, y luego mucho tiempo por la pelea silenciosa que tenía el gobierno nacional con Daniel Scioli”.
“Las obras se hacen a ritmo lento y nunca se terminaron. De las obras previstas para el Salado se ha ejecutado sólo alrededor del 30%. Las otras obras están licitadas y algunas de las que ha anunciado el gobierno están en ejecución, pero de ninguna manera se han realizado en su totalidad”, destacó Luchessi.
El plan hídrico no se llevó adelante con la celeridad que se tendría que haber llevado y ahora se pagan las secuelas. No hay plan de contingencia, no funcionan los comités de cuencas, no hay estaciones para prever nada, la provincia y la Argentina están ante una tremenda improvisación en la materia.
Un paisaje por demás funesto el que vive el interior bonaerense, con cientos de miles de personas asoladas por el agua, y con un Estado incapaz de dar solución a los problemas reales, que no hacen más que mostrar la ineptitud y la corrupción de un gobierno nacional que ha dejado a gran parte del territorio bonaerense bajo el agua.
Mentiras de corta duración
Villanueva, en el partido de General Paz, es una de las zonas afectadas por el río Salado. Allí se encontraba ayer, a las puertas de la entrada del pueblo, el médico Idelmar Seillant.
En contacto con Hoy, el profesional explicó que “mi mujer es de Villanueva y vinimos a ver si podemos cruzar, para cuantificar los daños. Se puede entrar en lancha o bote, no pueden pasar tractores y camiones, es terrible”, y advirtió que “General Belgrano puede ser afectado”.
“La gente perdió hectáreas hiperproductivas, de altísima producción, todo está bajo agua. Los campos van a dejar de producir por años, y no va a alcanzar con dejar de pagar impuestos”, resaltó.
Y continuó: “El gobierno provincial se esfuerza para decir que lo que sucede es climatológico, que pertenece a la caída excesiva de agua, pero en realidad son las obras que no se construyeron”.
Para Seillant, "el relato de la obra que tanto pregonaron con la inundación de Luján, que las obras del Salado estaban hecha, fue una mentira que duró poco, ni siquiera es una opinión personal, es un hecho que está a las claras. Y no va a durar hoy, va durar meses".